Introducción
En algunos pacientes seleccionados, los DAI (desfibrilador automático implantable) han demostrado reducir la mortalidad. Las recomendaciones actuales aconsejan revisión del dispositivo cada 3 meses en la consulta.
Objetivo del estudio
Determinar si el seguimiento remoto de los DAI es seguro y efectivo comparado con el seguimiento en consulta.
Material y métodos
Se trata de un estudio prospectivo, de no inferioridad, multicéntrico y aleatorizado (seguimiento remoto vs seguimiento en consulta) llevado a cabo en Francia con 1501 pacientes. El objetivo principal del estudio fue la mortalidad por todas las causas, hospitalización por causa cardiovascular o la aplicación de terapias no efectivas o inapropiadas. Los objetivos secundarios del estudio fueron el tiempo hasta el primer evento, supervivencia al año, tasas de hospitalización, aplicación de terapias no efectivas o inapropiadas y el análisis coste/eficacia.
Resultados
Se incluyeron 1501 pacientes en 30 centros franceses desde enero del 2008 hasta enero del 2010, con el último seguimiento realizado en enero del 2011. La media de edad fue de 59±13 años con predominio de varones (84,9%). La indicación de implante de DAI fue principalmente por prevención primaria (971 pacientes, 64,7%). Una miocardiopatía se observó en 1380 pacientes (92,2%), de origen isquémico en el 67,5%. El 85,7% de los pacientes se encontraban en una clase funcional de la NYHA I o II. Todas las características basales fueron comparables entre los dos grupos con excepción de la historia de fibrilación auricular (23,8% vs 18,9%, p = 0,020) y hospitalización por insuficiencia cardíaca el año previo (23,8% vs 18,9%, p = 0,018), que se observó con mayor frecuencia en el grupo de seguimiento remoto.
El cambio desde grupo de seguimiento remoto a grupo control se produjo en 46 pacientes debido fundamentalmente a perdida de la conexión telefónica. En el análisis por protocolo, el criterio principal de valoración se presentó en 210 pts (28,5%, IC 95% 25,2 a 31,7) en el grupo control (n = 738) y en 214 pacientes (30.2%, IC 95% 26,8 a 33,6) en el de seguimiento a distancia (n = 696). El número de terapias inapropiadas fue menor en el grupo de control remoto (n = 33; 4,7%) en comparación con el grupo control (n = 55; 7,5%) (p = 0,03).
Conclusiones
- La hipótesis de no inferioridad no se validó.
- En el grupo de seguimiento remoto hubo menos terapias inapropiadas.
- Los autores sugieren que la monitorización remota es una alternativa segura al seguimiento en consulta.