El abordaje del riesgo cardiovascular persistente o global representa un reto en nuestra práctica clínica, y entre sus componentes figuran el riesgo trombótico, el riesgo inflamatorio y el riesgo lipídico asociado a los triglicéridos (TAG). Cifras de TAG> 150 mg/dL, incluso con c-LDL en objetivo, se asocian con tasas mayores de eventos CV, y sin embargo, los fármacos dirigidos únicamente al control de TAG no han demostrado beneficio a nivel CV.
La cardióloga Diana Domingo Valero explica el beneficio clínico que supone la intervención global con el tratamiento con icosapento de etilo (IPE) sobre muchos de los componentes del riesgo CV persistente, y la necesidad de realizar una búsqueda activa de candidatos, especialmente en la fase aguda de un síndrome coronario agudo (SCA) para proceder de forma precoz a la prescripción, así como en las unidades de rehabilitación cardiaca y la fase crónica de la enfermedad CV.