Un estudio realizado en el Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) ha analizado la mortalidad precoz y las complicaciones de los pacientes con infarto agudo de miocardio y elevación del ST (IAMEST) a lo largo de 27 años, determinando que esta ha descendido un 55%.
No obstante, sigue siendo una tarea pendiente la reducción de la mortalidad prehospitalaria, las complicaciones mecánicas y la fibrilación ventricular.
"A través del análisis de los más de 7.100 pacientes ingresados en la Unidad Coronaria hemos visto que la mortalidad precoz de estos pacientes ha disminuido considerablemente, pasando de un 9% en al año 1989 a un 3,9% en 2015", explica el Dr. Cosme García García, jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol.
El estudio también señala que la reducción más importante se dio en los IAMEST de cara anterior frente a los IAMEST inferiores (11,2% vs 4,3% frente al 7,4% vs 3,5%).
"Creemos que dos de los factores que han permitido esta importante reducción en la mortalidad es la reperfusión de este tipo de pacientes y la mayor realización de angioplastias primarias, que ya recibe cerca del 95% de los pacientes", explica el doctor.
Por lo que respecta a las complicaciones del IAMEST, disminuyen la taquicardia ventricular (8,7% vs 4,5%), la disfunción del ventrículo derecho (6,8% vs 3%), el bloqueo aurículoventricular completo (7,3% vs 5%) y el shock cardiogénico (6,8% vs 4,5%). Las complicaciones que persisten son las mecánicas (0,6%-0,9%) y la fibrilación ventricular (6,7%).
"La parada cardiaca prehospitalaria sigue siendo nuestro talón de Aquiles. Los resultados están claros, una vez llegan al hospital la mortalidad baja, el problema reside en conseguir que los pacientes lleguen al hospital a tiempo”. Para ello, según explica el Dr. García García, “es necesaria una mayor concienciación por parte de la población de los síntomas del infarto y una mayor dotación de desfibriladores públicos".