Un estudio sitúa a la técnica de imagen PET/CTA como un recurso útil en los pacientes con cardiopatía congénita (CC) y sospecha de endocarditis infecciosa (EI), en los cuales las técnicas habituales de diagnóstico no sean concluyentes.
El trabajo tiene como primera firmante a la Dra. María Nazarena Pizzi, del Hospital Vall d´Hebron (Barcelona).
La endocarditis infecciosa es una patología con una morbi-mortalidad elevada, que no ha podido reducirse de forma significativa en los últimos años a pesar de los esfuerzos para optimizar su diagnóstico y tratamiento. El PET/CT es una herramienta diagnóstica con gran capacidad para detectar infección y, por su parte, la CTA mejora el diagnóstico de las complicaciones perivalvulares en la endocarditis. Partiendo de esta realidad, se propuso evaluar la utilidad del 18F-FDG-PET/CT-Angiography en pacientes con cardiopatías congénitas y sospecha de endocarditis infecciosa.
Coyuntura favorable
Según narra la Dra. Pizzi, "gracias a contar con un equipo que permite la adquisición de ambas exploraciones (PET/CT y CTA), nos planteamos desarrollar una nueva técnica de imagen (PET/CTA) que nos permitiera incrementar nuestra habilidad diagnóstica en la endocarditis protésica, con el objetivo final de mejorar el pronóstico de estos pacientes".
Seguidamente, y debido a los buenos resultados obtenidos en la serie global de pacientes, se dedició evaluar esta técnica en un grupo especial de sujetos, con un riesgo de endocarditis mayor que el de la población general y con una anatomía de difícil evaluación con la ecocardiografía, como son los pacientes con cardiopatías congénitas.
Se inició así un estudio prospectivo desarrollado en un hospital terciario con una unidad multidiciplinaria de EI y una unidad de CC del adulto. El PET/CTA fue comparado con la ecocardiografía en todos los pacientes con CC y sospecha de EI incluidos consecutivamente.
Un recurso a tener muy en cuenta
Tal y como informa la primera firmante del estudio, "nuestros resultados demuestran que el PET/CTA es una herramienta útil en pacientes con CC y sospecha de EI, mejorando de forma significativa la sensibilidad diagnóstica respecto a los clásicos criterios de Duke modificados".
Estos resultados concuerdan con los obtenidos en la población general, pero con un impacto aún mayor en los pacientes con cardiopatía congénita: "el PET/CTA permite una mejor evaluación de las lesiones que se visualizan en la endocarditis y un diagnóstico más precoz de dicha entidad", destaca la Dra. Pizzi, quien no solo aconseja realizar esta prueba en los pacientes portadores de CC y con sospecha de EI sino que también apunta otras posibles utilidades. Por un lado, cuando el diagnóstico ya se haya realizado con los criterios habituales, "se puede utilizar el PET/CTA para la evaluación de complicaciones perivalvulares, dado la valoración ecocardiográfica de estos pacientes resulta muchas veces compleja", afirma. Además, añade, "en ciertos pacientes con elevado riesgo quirúrgico en los que se opta por un tratamiento médico conservador, el PET/CTA puede ser útil para monitorizar la respuesta al tratamiento antibiótico".
Algunas limitaciones
A pesar de los excelentes resultados, los autores del trabajo reconocen algunas limitaciones, como el escaso número de pacientes incluidos en el estudio (n=18), "pero se debe tener en cuenta que es la tasa real de pacientes con CC y sospecha de EI que son ingresados en un centro de referencia de ambas patologías, con Unidades especializadas en su manejo (Unidad de Cardiopatías Congénitas y Unidad de Endocarditis)", matiza la especialista del hospital Vall d'Hebrón.
Junto a ésta, existen limitaciones secundarias, pero que no comprometen los resultados encontrados. Por un lado, la extrapolación de los hallazgos obtenidos a otros centros está mediatizada por la necesidad de contar con la tecnología requerida para realizar dichos estudios y los profesionales idóneos para su interpretación, ya que se requiere de un nivel de conocimiento importante de esta técnica de imagen. Además, el PET/CTA es una técnica que comporta la utilización de radiación en una población joven de pacientes, como son habitualmente los pacientes con CC; no obstante, en opinión de la Dra. Pizzi, "dada la gravedad que comporta la endocarditis en estos pacientes, los beneficios derivados del diagnóstico precoz de dicha patología superan ampliamente el potencial riesgo derivado del uso de radiación".
El grupo de trabajo en el que colabora la Dra. Pizzi lleva evaluando el desarrollo del PET/CTA en el contexto de endocarditis desde el año 2012 y tiene en curso diversas líneas de investigación para intentar perfeccionar esta técnica y mejorar aún más su rendimiento. "Es una herramienta nueva y queda mucho por aprender en cuanto a la interpretación de las imágenes obtenidas", aclara esta experta, quien admite que "hace falta definir correctamente las indicaciones y evaluar su potencial impacto en el pronóstico de los pacientes con endocarditis", concluye.