Aclarar y actualizar algunos conceptos básicos sobre el Síndrome Coronario Agudo (SCA), desde el tratamiento médico hasta el intervencionismo pasando por la prevención y manejo de las complicaciones, ha sido el objetivo de un curso en el que ha participado el doctor Cosme García García, del Hospital Germans Trias i Pujol (Barcelona), que ha incidido en aspectos clínicos de interés sobre la resolución de las principales dificultades que surgen en el infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST.
Las complicaciones y la morbimortalidad del infarto con elevación del ST han disminuido con la reperfusión generalizada, aunque aún hay dos aspectos que plantean aún una especial preocupación: el shock cardiogénico y las arritmias malignas, como la fibrilación ventricular.
Como ha realizado en su exposición, el Dr. Cosme García clasifica en cuatro las principales complicaciones que se presentan habitualmente en el infarto con elevación del ST en la era de la reperfusión. 1) arritmias; 2) insuficiencia cardiaca; 3) complicaciones mecánicas; y 4) otras complicaciones. Para hacer frente a ellas de forma eficaz, la clave está "en optimizar la sospecha clínica inicial y en la rapidez para iniciar el tratamiento adecuado", afirma.
Menos, pero graves
La importancia de estas complicaciones, como explica este experto, "radica no sólo en su frecuencia, que ha ido disminuyendo en los últimos años, sino en la potencial letalidad de algunas de ellas, como la fibrilación ventricular, que es la causa de muerte más frecuente antes de llegar al hospital"; además, subraya el Dr. Cosme García, ”algunos de los casos que se recuperan pueden tener secuelas neurológicas graves”.
En base a esta realidad, se apuesta por centrar los esfuerzos en la consecución de dos grandes objetivos. Por un lado, "hay que mejorar el tratamiento del shock cardiogénico en la fase hospitalaria, con dispositivos de asistencia en centros de referencia", apunta el Dr. Cosme García; y, por otro, en el caso de la fibrilación ventricular extrahospitalaria, "se debe efectuar un ágil y precoz tratamiento de la misma, optimizando la rápida reperfusión para evitar que ocurra y acercar el desfibrilador a la población general para que se pueda llevar a cabo el tratamiento de esta arritmia lo más rápidamente posible".