La demanda de estudios ecocardiográficos de menor duración, el tiempo adicional que supone la adquisición del plano paraesternal derecho (PED), así como el entrenamiento por parte del especialista para realizar este examen, han sido los principales motivos por los que no se ha realizado un uso sistemático del plano PED en la gradación de la estenosis aórtica (EAo).
Hasta el momento, el método estándar para estimar la severidad de la EAo ha sido el plano apical 5 cámaras (API). Sin embargo, el estudio VEREDICTO, realizado por profesionales del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, demuestra que el plano PED se puede obtener en un alto porcentaje de pacientes, permitiendo en estos casos una reclasificación al alza de la severidad en al menos un grado.
Como explica la Dra. Elena López Rodríguez, primera firmante del artículo, "en nuestro laboratorio de ecocardiografía, reclutamos de forma prospectiva y consecutiva pacientes con sospecha de estenosis aórtica. En cada uno de ellos determinamos el gradiente pico, el gradiente medio y el área valvular aórtica tanto en plano API como en plano PED. Además, todas las mediciones fueron realizadas por un mismo y único operador tratando de eliminar así sesgos en el estudio. Los puntos de corte de referencia fueron los de las guías actuales".
Tras incluir a 145 pacientes, con una media de edad de 76 años, vieron que la gradación de la EAo era factible en plano API en 143 casos (99%) y en plano PED en 107 (74%). Observaron que mediante el plano PED eran capaces de reclasificar al alza entre el 19-21% de las estenosis evaluadas mediante plano API. "Además hay que destacar otro aspecto importante del estudio, aproximadamente una quinta parte de las EAo no severas en plano API cumplían criterios de severidad cuando empleábamos el plano PED", detalla la Dra. López.
Por tanto, si en tres de cada cuatro pacientes con EAo el plano PED es factible y además en 19-21% se consigue una reclasificación al alza en cuanto a severidad, se debería recomendar el empleo sistemático de este plano dentro de los protocolos ecocardiográficos de valoración de la EAo.
"La reclasificación al alza tendría impacto en la práctica diaria. Si una EAo pasa de leve a moderada el seguimiento debería de ser más estrecho de acuerdo a las guías clínicas. Sin embargo, donde tiene una especial trascendencia es en la reclasificación de moderada a severa, puesto que condicionaría cambios en las decisiones terapéuticas a seguir", añade la experta.