Determinar la sobre/infraexpresión de los micro-RNAs (miRNAs), y cuáles exactamente se ven afectados en un grupo de pacientes jóvenes con infarto de miocardio, ha sido el objeto principal de un estudio presentado por el doctor Luis M. Rincón, del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).
La investigación no solo ha encontrado patrones miRNAs séricos característicos en estos pacientes, sino que también revela su valor predictivo e invita a sugerir potencialidades terapéuticas en un futuro.
Los micro-RNAs son unas pequeñas partículas detectables en sangre, conocidas desde hace relativamente poco tiempo. Hay varios centenares de miRNAs distintos, siendo cada uno de ellos específico de un órgano o tejido concreto. En el caso de enfermedad, se puede aumentar o reducir la expresión de alguno/s de estos miRNAs. Aunque se han descrito miRNAs asociados a algunas patologías (fundamentalmente, distintos tipos de cáncer), aún no se conocen con exactitud cuáles son los miRNAs que intervienen en otras patologías concretas como, por ejemplo, el infarto agudo de miocardio.
Expertos del Hospital Universitario Ramón y Cajal y del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria se han planteado la necesidad de detectar patrones de expresión de estos miRNAs en pacientes jóvenes con IAM, comparándolos con individuos no afectados por esta enfermedad pero con un perfil de riesgo similar, todo ello con el interés de identificar miRNAs predictivos que potencialmente puedan controlar procesos esenciales en el establecimiento de un IAM.
Como expone el Dr. Rincón, "seleccionar específicamente a jóvenes se debe a que muchas veces los factores de riesgo tradicionales (hipertensión, colesterol elevado, tabaquismo) no son capaces de explicarnos por qué una persona de 35 ó 40 años ha tenido un infarto, siendo deseable contar con algún marcador de riesgo más en estos casos".
miRNA de riesgo
El estudio ha permitido encontrar 14 miRNAs con un patrón de expresión distinto en los pacientes con IAM en comparación con los controles. El calcio Score en TC coronario fue de 262±574 y el número de placas >30% por TC coronario fue de 5.5±4.9. Los miR-215p, miR-106-5p, miR-148b y miR-30b han mostrado una correlación estadísticamente significativa con la extensión y severidad de la enfermedad coronaria evaluada mediante TC.
En definitiva, se ha logrado identificar varios miRNAs circulantes en suero con capacidad potencial para servir de biomarcadores en pacientes jóvenes con IAM. Como señalan en las conclusiones del estudio sus autores, "el papel que puedan jugar estos miRNA en la regulación génica como parte de los mecanismos fisiopatológicos subyacentes al IAM puede discriminar la presencia de una arteriopatía coronaria más extensa y agresiva".
Mucho potencial
Estos resultados contribuyen a poner de relieve el potencial que tienen los miRNAs que, a juicio del Dr. Luis M. Rincón, es doble: "1) son biomarcadores (se pueden medir en sangre) y, en base a las observaciones que se realizan al medirlos, podemos intentar determinar qué pacientes están en mayor riesgo o tienen una enfermedad más avanzada; 2) pero, además, son potenciales dianas terapéuticas", ya que los miRNAs regulan la producción de proteínas a nivel celular que pueden estar implicadas en una enfermedad concreta, siendo posible aumentar o disminuir la expresión de estos miRNAs y, por tanto, intentar modular esta enfermedad.
Con todo, según reconoce este especialista, "hoy por hoy no es posible recomendar la realización de esta prueba en práctica clínica, ya que está en una fase inicial de desarrollo". En un futuro próximo se espera conocer su papel en todos los pacientes con infarto y podría indicarse su utilización "si es capaz de predecir algo que no podamos identificar con los recursos actualmente disponibles y si se demuestra que puede servir para diseñar tratamientos dirigidos".