En el campo del tratamiento percutáneo de las lesiones valvulares, el estudio PARTNER ya demostró por primera vez la validez a cinco años de la implantación valvular transcatéter (TAVI), en términos de seguridad y funcionalidad, en grupos de alto riesgo quirúrgico, en comparación con recambio valvular quirúrgico.
Ahora, el PARTNER II amplía la evidencia de la eficacia de estas prótesis de segunda generación (SAPIEN XT, EDWARDS) en pacientes con estenosis aórtica severa en riesgo intermedio. Según se ha destacado durante el Simposio de Cardiología Intervencionista celebrado en el Congreso SEC, TAVI no fue inferior a la cirugía a los dos años en esta población de riesgo intermedio (19,3% vs. 21,1%), y no se vieron diferencias entre los dos grupos en tasa de mortalidad total, mortalidad cardiovascular y ACV invalidante analizados de forma independiente. Además, la estancia hospitalaria media fue menor en los pacientes intervenidos mediante TAVI, y aunque se registraron más complicaciones vasculares con la nueva técnica frente a cirugía (7,9% vs. 5,0%), se produjeron menos sangrados (10,4% vs. 43,4%), menos episodios de nueva fibrilación auricular (9,1% vs. 26,4%) y menos fallo renal agudo.
En cuanto al objetivo primario de mortalidad total, concretamente en la cohorte de pacientes de acceso transfemoral, TAVI fue superior a la cirugía (16,8% vs. 20,4%). "Con estas nuevas evidencias científicas se está extendiendo la indicación de TAVI a un mayor número de pacientes, ya que antes quedaban reservadas a pacientes de muy alto riesgo", afirma el Dr. Manuel Pan Álvarez-Osorio, presidente de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC.
En el ámbito del intervencionismo coronario, durante el simposio también se ha destacado cómo el estudio LEADERS FREE ha cambiado la práctica clínica, desde que demostró por primera vez que un stent farmacoactivo puede ser usado de manera segura con solo un mes de doble antiagregación plaquetaria en pacientes con alto riesgo hemorrágico, manteniendo la superioridad en eficacia frente a un stent convencional.
Además, como apunta el Dr. Pan Álvarez-Osorio, "las técnicas de imagen coadyuvantes a la angiografía, como el IVUS o la tomografía de coherencia óptica, son de gran ayuda y mejoran los resultados de los procedimientos que solo se monitorizaban mediante angiografía".
Asimismo, los nuevos resultados a cinco años del estudio EVEREST II confirman la utilidad del dispositivo Mitraclip en pacientes con insuficiencia mitral severa y alto riesgo quirúrgico.
Por otra parte, las válvulas mitrales percutáneas se están desarrollando y en los estudios iniciales parecen ser una tecnología prometedora en esta patología.