Del mismo modo que los efectos de la luna en el aumento de partos ha sido objeto de debate durante años, ahora parece que también lo será en temas relacionados con el corazón. Un estudio retrospectivo analizó un total de 324 pacientes a lo largo de 11 meses, registrando la fecha y la hora del inicio de los síntomas y combinando las cuatro fases del ciclo lunar con el área cardiaca afectada.
De entre los pacientes incluidos en la muestra, un 73,4% fueron hombres y un 26,6% mujeres. Así, los infartos registrados tuvieron lugar de la siguiente manera: 84 casos en luna creciente (80,9% hombre, 19,1% mujeres), 77 pacientes en luna llena (70,1% hombres, 29,9% mujeres), 76 casos en luna menguante (75% hombres, 25% mujeres) y 87 casos en una nueva (67,8% hombres, 32,2% mujeres).
Por el número de ingresos registrados a lo largo de la observación, las conclusiones evidenciaron que las fases de la luna no se correlacionan con un aumento del infarto. Sin embargo, José Rodríguez Senra, del Complejo Universitario de León o CAULE, explica que, "en el estudio nos llamó la atención que generalmente hay una proporción de tres hombres por cada mujer, mientras que en luna nueva y luna llena aumenta el porcentaje de mujeres que precisan de asistencia cardiológica".
Asimismo, y en línea con el registro MONICA/KORA sobre infarto de miocardio llevado a cabo en 15.985 pacientes, se observó un posible efecto cardioprotector ante un infarto agudo de miocardio (IAM) tres días después de la luna nueva, puesto que se registró una disminución de eventos coronarios agudos; mientras que el día antes de luna nueva podría tener un efecto ligeramente negativo. Estos datos, según José Rodríguez Senra "no nos permiten afirmar al 100% los hallazgos encontrados debido a la escasa muestra analizada, aunque nos abren una puerta para poder llevar a cabo investigaciones más amplias que analicen de manera más representativa cualquier influencia negativa de la luna en el corazón de la mujer, así como un posible efecto cardioprotector según la fase lunar".