Paloma Garcimartín, vocal del Comité Científico de la AEEC, Víctor Fradejas Sastre del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Sara Sánchez Bercedo, coordinadora de trasplantes en la ONT y Lluïsa García Garrido del Hospital Universitari de Girona Doctor Josep Trueta, conversan sobre los cuidados de enfermería en el intervencionismo estructural, los aspectos claves de una entrevista de donación de órganos y una revisión bibliográfica sobre titulación de fármacos en enfermería, ponencias presentadas durante el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC18.
La enfermería cardiológica realiza una labor esencial para lograr buenos hábitos higiénico-dietéticos por parte del paciente, controlar su adherencia al tratamiento e informarle durante todo el proceso.
La insuficiencia cardiaca (IC), enfermedad que una de cada cinco personas tiene posibilidades de sufrir a lo largo de su vida, genera un alto impacto sanitario y social. Los fármacos betabloquantes (BB), los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), los antagonistas de los receptores de la angiotensina (ARA II) y los antagonistas de los receptores mineralocorticoides (ARM) reducen ingresos, mortalidad y mejoran los síntomas en pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) reducida.
El 87,1% de las familias españolas accede a donar los órganos de un familiar fallecido, lo que implica solo un 12,9% de negativas. Estas cifras sitúan a España como líder mundial en donaciones y trasplantes por vigesimosexto año consecutivo. El papel que juegan los coordinadores hospitalarios de trasplantes es clave en estos resultados. Tanto que, por ejemplo, cuando un extranjero fallece en España, sus familiares acceden a la donación de órganos con más frecuencia que cuando la defunción se produce en su país.