La cardiología intervencionista es una de las ramas de la cardiología que más desarrollo ha alcanzado en los últimos tiempos, con el claro ejemplo de las unidades de cardiología intervencionista. Los laboratorios de hemodinámica y electrofisiología continúan con una enorme expansión, con la aparición de nuevos procedimientos, el desarrollo de diferentes técnicas, el I+D+i de diversos materiales y fármacos, y el importante papel que juega el personal de enfermería, desarrollando su rol y sus funciones en la prestación de cuidados a nivel individual, familiar y colectivo.
“Para que el desempeño de dicho rol y funciones sea más eficiente y trascendente, la enfermería necesita perfeccionarse en nuevos conocimientos científicos, tecnológicos y modelos de práctica que le permita responder a la población”, explica Ana Pereira, moderadora, junto a Gemma Berga, del taller “Últimos avances en cardiología intervencionista: cuidados en enfermería”, que se ha llevado a cabo durante el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2018.
Afinar destrezas
El taller ha tenido como objetivo desarrollar destrezas en la realización de procedimientos, valoración clínica y manejo del paciente al que se le va a colocar algún dispositivo de estimulación cardiaca implantable, que va someterse a estudios electrofisiológicos o a intervencionismo estructural. Todo ello, con el fin último de alcanzar la excelencia en los cuidados de enfermería.
Uno de los temas abordados en este encuentro, con un enfoque totalmente práctico, ha sido el de los cuidados en estimulación cardiaca y marcapasos. Estos dispositivos han evolucionado, incorporando diferentes funciones e incrementando sus capacidades diagnósticas, su seguimiento es más complejo y el tiempo empleado en su control ha aumentado. “El personal de enfermería cualificado realiza, en muchos hospitales, gran parte de las revisiones de pacientes portadores de marcapasos y la consulta médica se reserva a los que no cumplen normas estrictas de normofunción. El ámbito de actuación de los enfermeros en esta área es amplio, específico y en constante avance”, comenta Pereira.
La implicación de la enfermería en electrofisiología es otro de los asuntos tratados en el taller. “Los profesionales de enfermería de estas unidades deben ocuparse de las consultas específicas, colaborar en las diferentes técnicas de implantación de dispositivos y el seguimiento de pacientes, tanto in situ como a distancia”, comenta la experta. El ámbito de actuación de enfermería en esta área es amplio específico y en constante avance, por lo que “requiere dedicación laboral y formación basada en la evidencia actualizada, especializada y continuada para adquirir los conocimientos necesarios, y así afrontar con criterios de calidad, eficacia y seguridad las distintas fases del diagnóstico, tratamiento y seguimiento de nuestros pacientes”.
En constante transformación
En el ámbito del intervencionismo estructural, el taller ha dado a conocer los últimos avances en el tratamiento de la cardiopatía estructural y ha repasado el papel que juega la enfermería en los cuidados previos, durante y posteriores a las técnicas y tratamiento de las diferentes complicaciones potenciales. “En los últimos 20 años, el trabajo en el laboratorio de hemodinámica ha sufrido una profunda transformación y, sin abandonar su finalidad diagnóstica, los procedimientos intervencionistas han adquirido un papel protagonista. Por ello, conocer los factores de riesgo individuales de cada paciente, junto con los conocimientos propios del tipo de técnica e intervención que se realiza, son factores claves que pueden ayudar, tanto a evitar como a detectar estas complicaciones”, explica Pereira, quien añade que, precisamente de ahí “surge la necesidad de realizar una valoración de enfermería, inicial y continuada, que nos permita llevar a cabo unas intervenciones eficaces y con unos estándares de calidad”.