El tratamiento antitrombótico de la FA no valvular (no asociada a prótesis valvular mecánica ni a estenosis mitral moderada-severa de etiología reumática) para la prevención de eventos tromboembólicos se ha basado tradicionalmente en la anticoagulación con antagonistas de la vitamina K (acenocumarol o warfarina). Ahora se abren nuevas posibilidades.
La prevalencia de la insuficiencia cardiaca (IC) sigue aumentando de forma paralela al envejecimiento de la población, y su pronóstico a medio plazo continúa siendo malo (con una tasa de hospitalizaciones del 40% anual). Por eso, los esfuerzos terapéuticos se centran en evitar las descompensaciones y en mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes. En el campo del intervencionismo estructural se han desarrollado nuevos tratamientos percutáneos con el objetivo de mejorar tanto los síntomas como el pronóstico en aquellos pacientes sintomáticos a pesar de tener un tratamiento médico optimizado.
El síndrome coronario agudo (infarto de miocardio o angina de pecho inestable) sin elevación del segmento ST (SCASEST) es una entidad clínica heterogénea causada por la complicación y trombosis de una placa aterosclerótica. Dado el papel fundamental del trombo coronario, el tratamiento antiagregante y anticoagulante y el intervencionismo percutáneo se han convertido en los pilares de su tratamiento.