La presencia de pacientes octogenarios con cardiopatía isquémica en los ensayos clínicos sigue siendo reducida y sesgada. La atipicidad de sus síntomas de presentación contribuye a que la aplicación de las guías sea inferior. El manejo conservador en estos pacientes se asocia a un peor pronóstico. La fragilidad del octogenario no debe conducir a la pasividad diagnóstica ni terepéutica, sino a una mayor atención en su manejo.
Ponentes
- Dr. Ramón López Palop - Jefe de Unidad de Hemodinámica del Servicio de Cardiología del H. San Juan de Alicante