El síndrome de Brugada, enfermedad englobada dentro del grupo de las canalopatías cardiacas, aunque presenta una baja prevalencia, estimada en torno a 1:2000 sujetos, es relevante por la posibilidad de ocasionar arritmias ventriculares malignas y muerte súbita en pacientes, que, con mayor frecuencia, presentan una edad no avanzada y carecen de cardiopatía estructural. Muchos de los enfermos y sujetos portadores de la enfermedad pueden presentar en ocasiones un electrocardiograma normal, y el uso de test farmacológicos con fármacos que bloquean el canal de sodio (flecainida, ajmalina, pilsicainida), efecto responsable del síndrome, permite desenmascarar las alteraciones electrocardiográficas diagnósticas de la enfermedad. Por el contrario, en los últimos años se ha informado extensamente de la posibilidad de que muchos fármacos diferentes a los utilizados para los test farmacológicos puedan provocar, no sólo las alteraciones electrocardiográficas basales diagnósticas del Síndrome de Brugada, sino originar arritmias ventriculares malignas en dichos pacientes. Entre ellos, destacar los antidepresivos tricíclicos, el litio, la cocaína, o los antihistamínicos. Al igual que ocurre en el Síndrome de QT Largo, es posible que el Síndrome de Brugada “adquirido” sea la consecuencia de los efectos del fármaco sobre sujetos portadores silentes de la-s mutaciones que originan el síndrome.
Postema y colaboradores integran un panel de expertos que, basados en una meticulosa búsqueda bibliográfica en la literatura, han desarrollado una página web en la que se elabora una relación de los fármacos que pueden ser potencialmente peligrosos y que deberían por tanto evitarse en sujetos con Síndrome de Brugada. La filosofía de la página es la de ser un instrumento dinámico, con actualizaciones periódicas, no sólo de los fármacos implicados, sino de las recomendaciones de los expertos sobre los mismos. Desde luego, la información facilitada resultará de gran utilidad tanto para los pacientes, sus familiares, como para los médicos que les tratan, que de una forma rápida y sencilla, podrán advertir a sus pacientes de la necesidad de no ser tratados con dichos principios activos. Esta medida de prevención, junto a la ya conocida de evitar la fiebre alta en estos sujetos, representa un avance significativo para reducir las arritmias ventriculares malignas en esta población de pacientes.
Drugs and Brugada Syndrome Patients: Review of the Literature, Recommendations, and an Up-to-Date Website (www.brugadadrugs.org)
Postema PG et al. Heart Rhythm 2009;6:1335-1341