Nuevo enfoque para el tratamiento de la fibrilación auricular en la IX Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias
- La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha presentado, con motivo de su IX Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias, novedades en los fármacos y en la forma de entender la fibrilación auricular que cada vez acercan más la posibilidad de llegar a controlar este tipo de arritmia, que es la más frecuente
- La fibrilación auricular se origina cuando se produce un desajuste en el ritmo sinusal normal del corazón, que pasa a latir a una velocidad anormal y de forma descoordinada e irregular
- Aparte de controlar el riesgo de embolias mediante tratamiento anticoagulante en los casos indicados, los expertos señalan dos estrategias para abordar la fibrilación auricular y poder llegar a tratar este tipo de arritmia: actuar sobre el ritmo del corazón, es decir, lograr que vuelva a latir de forma regular, restaurando el ritmo normal y, si no es posible, actuar sobre la frecuencia, esto es, reduciendo el número de latidos por minuto, aunque se mantenga la irregularidad
- Un nuevo fármaco, Dronedarona, que actúa sobre el ritmo y la frecuencia del corazón, ha sido el primero en demostrar un beneficio clínico al reducir los ingresos por causa cardiovascular y la mortalidad en los pacientes con fibrilación auricular de un 39% a un 31% aproximadamente.
- Actualmente, alrededor de un 15% de la población mayor de 50 años sufre algún tipo de arritmia en España, de las que la gran mayoría (aproximadamente el 90%) lo hacen a causa de fibrilación auricular
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha insistido, durante la IX Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias, en la necesidad de aportar una nueva perspectiva al tratamiento de la fibrilación auricular, el tipo de arritmia más frecuente en España y en el mundo, con el objetivo de poder llegar a controlar, e incluso conseguir curar, esta enfermedad, uno de los principales retos de la cardiología en los últimos años.
Con este motivo se celebra hoy la ponencia ‘Fibrilación auricular. Más allá del ritmo y la frecuencia’, en la que se tratará sobre cuál debe ser la estrategia a seguir en pacientes con fibrilación auricular y cómo deben abordarse los dos elementos clave que influyen en el origen de esta patología: el ritmo y la frecuencia cardíaca.
La fibrilación auricular se origina cuando se pierde el ritmo normal del corazón (denominado ritmo sinusal), que pasa a ser irregular y descoordinado, y se altera la frecuencia cardíaca o velocidad del corazón, es decir, el número de veces que el corazón se contrae por minuto.
Mientras que en condiciones normales el corazón realiza entre 60 y 100 latidos por minuto, en el caso de la fibrilación auricular, las aurículas llegan a latir entre 300 y 450 latidos por minutos, resultando en una aceleración del pulso, que es variable, hasta 150 o 180 latidos por minuto, que es además irregular.
Aunque en la actualidad existen diversos fármacos y procedimientos para el tratamiento de la fibrilación auricular, son de eficacia limitada. La cardioversión eléctrica es muy eficaz para restaurar el ritmo de forma inmediata, aunque no evita las recurrencias. Para el mantenimiento del ritmo sinusal la eficacia de la ablación por catéter es superior a la de los fármacos, sin embargo en muchos casos no es aplicable o la arritmia recurre al largo plazo, volviendo a latir el corazón de forma irregular.
Hasta ahora las estrategias de control de ritmo o control de frecuencia no habían demostrado un efecto claro sobre la situación clínica de los pacientes con fibrilación auricular. Es por eso que los expertos tienen las miradas puestas en un nuevo fármaco, Dronedarona, que es capaz de actuar sobre el ritmo y la frecuencia cardíaca y que es el único que, en pacientes de edad avanzada, entre los que es especialmente frecuente la fibrilación auricular, ha conseguido demostrar que reduce el número de los ingresos por causa cardiovascular y la mortalidad en los pacientes con fibrilación auricular de un 39% a un 31% aproximadamente.
Cabe destacar que la fibrilación auricular es la arritmia que más frecuentemente requiere internación y que el envejecimiento poblacional implicará una aún mayor carga de enfermedad.
Según el Dr. Fernando Arribas, miembro del Servicio de Cardiología Hospital Universitario Doce de Octubre, “ante una enfermedad que, por ahora, podemos curar en pocos casos, debemos centrarnos en que la enfermedad no avance y en mejorar los síntomas del paciente, que es, hasta ahora, en la línea que hemos estado trabajando. Con el tema ‘Más allá del ritmo y la frecuencia”, buscamos ir más allá. Por una parte paliar las consecuencias negativas de la enfermedad y por otra evitar que progrese, actuando de forma más precoz, en los pacientes más jóvenes y con corazones menos enfermos.
La fibrilación auricular en España
Actualmente, alrededor de un 15% de la población mayor de 50 años sufre algún tipo de arritmia en España, de las que la gran mayoría (aproximadamente el 90%) lo hacen a causa de fibrilación auricular.
La fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente encontrada en la población general, incrementa su incidencia de forma paralela a la edad y a la presencia de otros factores de riesgo como la hipertensión arterial esencialmente. Por supuesto, también aparece en el contexto de cualquier enfermedad cardiaca, tanto más cuanto más avanzada sea, independientemente de su origen.
Según el presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC, el Dr. Ignacio Fernández Lozano, “la fibrilación auricular afecta aproximadamente a un 1% de la población total y va aumentando con la edad”. Además, señaló que “multiplica por seis el riesgo de morbilidad, es decir, el riesgo de sufrir un ictus, una embolia…, y por 2,5 el riesgo de mortalidad respecto a la población sana”.
Cuando la fibrilación auricular se produce en pacientes jóvenes puede deberse a que tengan una predisposición genética o a factores externos, como el poseer una mayor talla corporal, realizar un deporte extremo o el abuso circunstancial del alcohol (conocida como arritmia del sábado noche).
La fibrilación auricular produce un espectro muy variable de síntomas, desde ser completamente asintomática, pasando por palpitaciones, fatigabilidad y cansancio, opresión torácica, hasta poder desencadenar cuadros graves como insuficiencia cardiaca aguda, mareos o pérdidas de conocimiento o angina de pecho.
Para su detección o diagnóstico, basta con un electrocardiograma, mediante el que se registra la actividad eléctrica del corazón y se valora el ritmo cardíaco. Previamente puede sospecharse con alto nivel de certeza detectando un pulso irregular, generalmente acelerado.
En general, con un tratamiento y un seguimiento adecuados, el pronóstico de la fibrilación auricular es bueno y las complicaciones son poco frecuentes. En ello es determinante el tratamiento anticoagulante, dirigido a corregir el riesgo de padecer embolias en los pacientes cuyo riesgo está aumentado.