Uno de los últimos campos de controversia y activa investigación abierto en los últimos años en el mundo de la electrofisiología y las arritmias es el del riesgo de muerte súbita potencialmente asociado a una alteración electrocardiográfica tradicionalmente considerada como benigna, la repolarización precoz (RP). Varios grupos han publicado su experiencia y conclusiones a este respecto, demostrando asociaciones tales como una mayor prevalencia de repolarización precoz en poblaciones de pacientes recuperadas de muerte súbita o en familiares de pacientes recuperados de una muerte súbita. Se han intentado definir diferentes patrones de repolarización precoz asociados a diferente riesgo, e inclusive se han descrito ya mutaciones en el gen SCN5A asociadas.
Estudios experimentales sugieren que la elevación del punto J es un marcador de heterogeneidad transmural aumentada en la repolarización ventricular, lo que aumenta la vulnerabilidad a la fibrilación ventricular.
Sin embargo, la evidencia sigue siendo escasa, con frecuencia procedente de estudios caso-control, con datos procedentes de registros poblacionales que ofrecen evidencia controvertida, patrones de RP asociados o no a riesgo arrítmico insuficientemente definidos y actitud a seguir no establecida en absoluto. Así pues, sigue siendo controvertido el significado pronóstico que la RP tiene en la población general.
Los autores del presente trabajo realizan un metanálisis recopilando la mejor evidencia disponible al respecto, tratando de establecer el riesgo y la incidencia de muerte arrítmica, muerte cardiaca y mortalidad total en la población general con un patrón de RP . Incluyen todos los estudios relevantes publicados hasta el 31 de julio de 2012, prospectivos o caso-control, que aportan una valoración de riesgo e intervalo de confianza.
Analizan un total de 9 ensayos, 3 de ellos comunican la muerte arrítmica (un total de 31.981 sujetos, 1.108 eventos durante 726.741 personas-año de seguimiento), 6 la mortalidad cardiaca (126.583 sujetos, 10.010 eventos durante 2.054.674 personas año) y también 6 la mortalidad total (112.443 sujetos, 22.165 eventos y un seguimiento de 2.089.535 personas-año). Los seguimientos medios fueron de 24 años para el riesgo arrítmico, 18 años para la muerte cardiaca y 20 años para la mortalidad total.
Los riesgos de la RP encontrados fueron de 1,7 (IC 95%: 1,19-2,42; p = 0,003) para muerte arrítmica, 0,78 (IC 95%: 0,27-2,25; p = 0,63) para muerte cardiaca y 1,06 (IC 95%: 0,87-1,28; p = 0,57) para mortalidad total, así pues incrementando únicamente el riesgo de muerte arrítmica. La diferencia de riesgo absoluto estimada para aquellos sujetos con RP era de 70 casos de muerte arrítmica por cada 100.000 individuos-año. Encuentran que la elevación del punto J ≥ 0,1 mV en derivaciones inferiores (RR: 1,58) y un patrón mellado (“notching”; RR: 1,48)) aumentan el riesgo de muerte arrítmica.
Concluyen que el patrón de RP se asocia a un aumento de riesgo de muerte arrítmica, pero con una incidencia global de baja a intermedia (70/100.000 por año), sin incrementar el riesgo de muerte cardiaca o mortalidad total.
Las principales limitaciones de este trabajo vienen dadas por el bajo número de ensayos analizados, lo que dificulta encontrar subgrupos de especial alto riesgo, o la imposibilidad de excluir factores de confusión. Entre sus puntos fuertes se encuentra el gran tamaño muestra y el largo seguimiento, con estimaciones basadas en análisis prospectivos ajustados en variables potencialmente confusoras.
Early Repolarization Pattern and Risk for Arrhythmia Death: A Meta-Analysis
SH Wu et al; J Am Coll Cardiol 2013;61:645–50