La evidencia de que los pacientes con fibrilación auricular (FA) refractaria a fármacos con disfunción ventricular izquierda también se benefician del aislamiento de las venas pulmonares (PVI) ha supuesto un hito en el tratamiento de la FA. (Hsu LP et al N Engl J Med 2004;351:2373-83, y Chen MS et al J Am Coll Cardiol 2004; 43:1004-9).
A pesar de esta realidad, los beneficios derivados de la terapia de resincronización cardiaca hace que nos cuestionemos varios aspectos: ¿no resulta más “práctico” realizar una ablación del nodo auriculoventricular e implantar un dispositivo con terapia de resincronización cardiaca a pacientes con FA y disfunción ventricular izquierda?
Khan MN et al, realizan un estudio prospectivo, multicéntrico y aleatorizado, en pacientes con FA sintomática, refractaria a tratamiento farmacológico y disfunción ventricular izquierda (FEVI≤40%) en clase funcional II-III de la NYHA, comparando el aislamiento de venas pulmonares (PVI) con la ablación del nodo seguida de estimulación biventricular permanente.
El objetivo primario compuesto valoraba la puntuación obtenida en el custionario de calidad de vida de Minnesota (puntuación de 0 a 105: a mayor puntuación peor calidad de vida), los parámetros ecocardiográficos y la distancia caminada durante el test de los 6 minutos, en situación basal y a los 6 meses de seguimiento. Durante este periodo se monitorizaron los episodios de FA sintomática o asintomática de más de 30 segundos de duración (mediante registrador de eventos).
Los pacientes tratados mediante PVI obtuvieron mejor puntuación en el cuestionario de calidad de vida a los 6 meses, una mejoría significativa en la fracción de eyección y un aumento en la distancia caminada durante el test de 6 minutos. (Ver tabla adjunta).
Tabla.-Resultados comparativos entre los dos brazos de tratamiento
El 88% del total de pacientes tratados mediante PVI estaban en ritmo sinusal a los 6 meses de seguimiento (con o sin fármacos antiarrítmicos) y el 71% de los pacientes mantenía ritmo sinusal sin fármacos antiarrítmicos.
Entre las complicaciones describen dos casos de estenosis de venas pulmonares, un derrame pericárdico y un caso de edema pulmonar en el grupo PVI; en el brazo de ablación del nodo y terapia de resincronización reportan una dislocación de electrodo y un neumotórax.
Este estudio pone de manifiesto que el realizar un tratamiento intervencionista de la FA mediante PVI tiene mejores resultados que la ablación del nodo atrioventrícular asociado a terapia de resincronización cardiaca; esto se refleja en una mejoría en los parámetros morfológicos cardiacos, funcionales, de calidad de vida, así como en la posibilidad de mantenimiento en ritmo sinusal sin fármacos antiarrítmicos.
Debemos tener en cuenta que los resultados tan favorables para el grupo de pacientes tratados mediante PVI se han obtenido en centros con amplia experiencia en dicha técnica. Esperamos que en los próximos años, la optimización de los resultados de la terapia intervencionista de la FA permita una expansión de las indicaciones a poblaciones teóricamente “menos favorables”.
Pulmonary-Vein Isolation for Atrial Fibrillation in Patients with Heart Failure
Khan MN et al. N Engl J Med 2008;359:1778-1785