La crioablación se considera actualmente la opción más segura para el tratamiento con catéter de las taquicardias intranodales en pacientes jóvenes, ya que esta técnica no conlleva el riesgo de bloqueo AV asociado a la radiofrecuencia.
El análisis de los resultados de las últimas series publicadas que recogen la experiencia individual en ablación de taquicardia intranodal de varios centros, pone de manifiesto que la eficacia inicial de ambas técnicas es similar, como se muestra en la tabla adjunta.
Tabla: Resultados de la ablación de taquicardia intranodal
Chanani NK et al realizan un estudio retrospectivo de un total de 154 pacientes con taquicardia intranodal, tratados mediante crioablación en un solo centro durante un periodo de 3 años. En la primera mitad del estudio utilizan un catéter de crioablación con punta de 4 mm mientras que en la segunda fase utilizan uno de 6 mm. Se obtuvo éxito inicial (ausencia de inducción de taquicardia) en un 95%, sin encontrar diferencias significativas entre realizar el procedimiento con catéter de crioablación de punta de 4 vs. 6 mm (93 versus 98%). Entre las complicaciones, describen bloqueo AV transitorio en 9 pacientes (6% de los casos) de origen mecánico o asociado a las crioaplicaciones. Durante un periodo de seguimiento de 12 meses reportan un 14% de recurrencias. La tasa de recurrencias fue mayor con catéter de 4 mm con respecto a 6 mm (18% vs. 8%) aunque esta diferencia no alcanzó significación estadística. El análisis multivariado no encontró ningún predictor significativo de recurrencia de taquicardia intranodal.
Este estudio representa una de las mayores series publicadas de crioablación en taquicardia intranodal. Aunque los resultados agudos son muy favorables, evitando el riesgo del bloqueo AV, la tasa de recurrencias es superior a la descrita con la radiofrecuencia. No encuentran asociación entre la persistencia de fisiología de doble vía nodal y la presencia de ecos nodales después de la ablación con mayor tasa de recurrencias, en contraposición con lo que han comunicado algunos autores (Sandilands A et al. Europace 2008;10:683-686), relacionando el bloqueo de la via lenta después de la ablación con menor número de recurrencias.
Este trabajo tiene algunas limitaciones al tratarse de un análisis restrospectivo y que introduce cambios en la técnica de ablación durante el estudio. Por ello, algunas diferencias encontradas entre el uso de catéteres de 4 y 6 mm podría estar influenciada por la curva de aprendizaje de la técnica, así como distintos tiempos de seguimiento de los pacientes que podrían favorecer a los casos realizados con catéter de 6 mm. Otros autores (Rivard L et al. Heart Rhythm 2008;5:230-234) también han comunicado una mayor tasa de recurrencias con 4 mm con respecto a 6 mm (16% vs. 8%), que alcanza significación estadística con un tamaño de muestra superior.
Estos datos confirman que la crioablación debe considerarse el tratamiento de elección de las taquicardias intranodales en niños, al ser la técnica más segura. Esperamos que el mejor conocimiento de los predictores de éxito y de recurrencias tras la crioablación de las taquicardias intranodales, así como innovaciones técnicas que aseguren la realización de lesiones estables mejorará los resultados a corto y largo plazo.
Cryoablation for Atrioventricular Nodal Reentrant Tachycardia in Young Patients: Predictors of Recurrence
Chanani NK et al. Pacing Clin Electrophysiol 2008;31:1152–1159