La investigación sobre nuevas tecnologías aplicadas al tratamiento intervencionista de la fibrilación auricular (FA), como la crioablación, el láser o los ultrasonidos, pretende minimizar las limitaciones de los métodos actuales. El poder aportar una mayor eficacia, reducir los tiempos del procedimiento, limitar la exposición a radiaciones ionizantes así como evitar las potenciales complicaciones asociadas a la técnica actual, supondría un avance fundamental en el tratamiento de la arritmia con mayor prevalencia en la población general.
En este trabajo se analizan prospectivamente los resultados sobre la eficacia y seguridad de un nuevo dispositivo de criobalón (Artic Front,Cryocath). Se incluyen 346 pacientes de tres centros, con FA refractaria a fármacos sin cardiopatía estructrural significativa, y mayoritariamente paroxística (293 FA paroxística/53 FA persistente). Previo al procedimiento se realiza un estudio de imagen (RMN o TAC) dirigido a conocer la anatomía y diámetro de los ostium de las venas pulmonares.
Mediante punción transeptal se progresan dos catéteres hasta la aurícula izquierda: un catéter multipolar para análisis de la conducción a nivel de las venas pulmonares (antes y después de las crioaplicaciones) y un catéter criobalón (dos diámetros disponibles:23-28 mm). Se menciona especialmente la necesidad de monitorizar movimiento del nervio frénico durante las crioaplicaciones a nivel de las venas pulmonares derechas.
Las crioaplicaciones tienen una duración entre 240 y 360 segundos, y si no consiguen aislamiento con 5 criobalones se completa el aislamiento con un catéter de crioablación con punta de 8 mm (Freezor Max, Cryocath).
Los objetivos primarios del estudio son conocer el índice de aislamiento agudo de las venas pulmonares y la tasa de recurrencia de FA; el objetivo secundario es un análisis de las posibles complicaciones.
Mediante esta técnica consiguen aislamiento eléctrico de venas pulmonares en el 97% de los casos (1360 de 1403 venas pulmonares). El 17% de los pacientes precisan de criobalón y catéter de crioablación con punta de 8 mm para completar el aislamiento. La duración media del procedimiento es de 170 min, con un tiempo de escopia medio de 40 min, y una media de 46 minutos de crioaplicaciones por paciente. Durante un seguimiento medio de 12 meses, el 74% de los pacientes con FA paroxística y el 42% de los casos de FA persistente se mantuvieron en ritmo sinusal.
La complicación más frecuente descrita es la parálisis del nervio frénico en un 7,5% de los casos, que se resuelve en la totalidad de los pacientes durante el periodo de seguimiento. No se documentó ningún caso de estenosis de venas pulmonares.
Estos datos ponen de manifiesto que una aproximación anatómica “simplificada” mediante crioablación con balón es eficaz y segura en pacientes con FA aislada paroxística, con una tasa de recurrencia arrítmica similar a la descrita con métodos convencionales. En cambio este abordaje terapéutico no tiene unos resultados tan favorables para los pacientes con FA persistente, que se beneficiarían de una ablación de “sustrato” asociada al aislamiento de venas pulmonares.
Circunferencial Pulmonary Vein Isolation With the Cryoballoon Technique
Neumann T et al. J Am Coll Cardiol 2008;52:273-278