El paciente con un síndrome coronario agudo (SCA) que tiene un perfil lipídico alterado, aparte de estar sujeto a otras consecuencias deletéreas, puede sufrir un acusado envejecimiento de su sistema inmunológico. Así se apunta en un estudio que presenta, a modo de comunicación oral, el Dr. Fernando López Iglesias, MIR de 5º año de Cardiología en el Hospital Universitario Central de Asturias, concluyéndose que existe una estrecha relación entre el perfil de diferenciación linfocitaria y el perfil lipídico en pacientes con SCA.
El objetivo del estudio ha sido tratar de demostrar la asociación entre un perfil lipídico desfavorable y un mayor grado de envejecimiento inmune en una muestra de pacientes con síndrome coronario agudo, habiéndose evidenciado que los pacientes con síndrome coronario agudo presentan un sistema inmune más diferenciado que los controles de la población general (lo que sugiere un perfil de envejecimiento del sistema inmune).
Además, como otro hallazgo importante de este trabajo, el Dr. Fernando López Iglesias destaca que "hemos observado como el grado de envejecimiento inmune tiene una correlación lineal directa con los niveles de colesterol total y LDL, e inversa con los niveles de HDL". Sin embargo, matiza, "no podemos concluir, de forma categórica aún, que un perfil lipídico de mayor riesgo en pacientes con SCA se asocia con un sistema inmune más envejecido dadas las limitaciones de nuestro estudio, dado su reducido tamaño muestral y la presencia de tratamiento con hipolipemiantes".
Para explicar esta aparente vinculación y sus posibles consecuencias clínicas, se parte de una sugerente hipótesis. "Creemos –defiende el Dr. López Iglesias- que las lipoproteínas pueden estar jugando un papel como antígeno, y que su contacto repetido con los linfocitos T – especialmente con los linfocitos T CD4 – puede dar lugar a la diferenciación excesiva de los mismos y, por lo tanto, a su envejecimiento".
Desde el punto de vista clínico, el envejecimiento inmune implica una respuesta defectuosa frente a nuevos patógenos lo que se traduce en un aumento de susceptibilidad a infecciones, una mala respuesta a la vacunación y es un factor independiente de aumento de morbimortalidad.
Así, desde la perspectiva terapéutica, las posibles implicaciones de los hallazgos obtenidos en este estudio son muchas y muy importantes. Según detalla el primer firmante de este trabajo, "la constatación de que los pacientes con aterosclerosis coronaria pueden tener una respuesta inmune menos eficaz que la población general frente a nuevas infecciones, y que esto puede ser causa de morbimortalidad precoz, nos lleva a la conclusión de que debemos ser más agresivos con la prevención y tratamiento de la infección en estos pacientes". Por otra parte, añade, "el posible papel antigénico de las lipoproteínas en este proceso confirmaría la necesidad de controlar de forma intensiva el perfil lipídico de los pacientes con aterosclerosis coronaria".
Actualmente, esta investigación sobre el envejecimiento inmune en la aterosclerosis coronaria continúa con el estudio de nuevos marcadores inmunológicos, "tratando de encontrar el antígeno clave que desencadena esta respuesta patológica del sistema inmune", resalta el Dr. López Iglesias.