Saber con anticipación qué resultado puede alcanzarse con un tratamiento determinado en un paciente concreto no solo ahorra costes sino que ayuda a mejorar la consecución de objetivos clínicos. En el caso del manejo de la hipertensión arterial (HTA), contar con esta estrategia de predicción de resultados no solo es posible, sino que resulta altamente recomendable. El estudio ATOM revela que puede preverse la respuesta antihipertensiva que se va a obtener con el uso de un fármaco en concreto, lo que ayuda al clínico a decidir con criterio cuál debe emplear.
"Existen diferencias sustanciales entre los distintos fármacos y combinaciones en cuanto a su potencia en el descenso de la presión arterial. Estas diferencias pueden ser determinantes para obtener los objetivos terapéuticos y su conocimiento debe ayudar al clínico a elegir con criterio el tratamiento a emplear, en función del nivel inicial de presión arterial (PA) del paciente y de la PA objetivo", asegura el Dr. Marco A. Paz Bermejo, del Hospital Santa Caterina (Salt, Girona), primer firmante de un póster que resume los principales hallazgos del estudio ATOM.
Este trabajo surge de la necesidad de ofrecer respuestas a un problema común en el abordaje de la hipertensión arterial: no se conoce bien el descenso de presión arterial que puede esperarse con el uso de los distintos fármacos antihipertensivos. "Existen estudios que han analizado la eficacia de los mismos, pero se han realizado en poblaciones heterogéneas y los escasos meta-análisis publicados, por su metodología, no permiten aplicar sus resultados a una amplia población", explica este experto.
Un estudio necesario
Esto es importante porque, opina el Dr. Paz Bermejo, "es muy probable que en muchas ocasiones utilicemos fármacos cuya potencia no permita alcanzar el objetivo propuesto ni con la mejor de las respuestas esperadas".
El objetivo principal del estudio ATOM era determinar el descenso de PA esperable con el uso de los fármacos y combinaciones utilizados en el tratamiento de la HTA. Para ello, se han revisado los estudios publicados y se ha efectuado una metaregresión que permite aplicar los resultados a la mayoría de la población. También se ha analizado qué variables clínicas influyen en la respuesta a cada uno de los fármacos.
En total, se han seleccionado y revisado más de 700 estudios. Este trabajo, unido a la propia obtención de datos y el análisis estadístico, ha supuesto más de dos años de una intensa labor. "Hemos reanalizado los criterios de búsqueda y selección y depurado los datos en varias ocasiones para que los resultados tuvieran la mayor fiabilidad posible", destaca el Dr. Paz Bermejo.
Cambios en las guías
Las diferentes guías de manejo de la HTA basan sus recomendaciones en familias de fármacos. "Nuestro estudio puede ayudar a que dichas recomendaciones sean más precisas, sin limitarse sólo a grupos farmacológicos sino abordando también fármacos concretos en base al descenso de PA que pretenda conseguirse", destaca el cardiólogo del Hospital Santa Caterina.
Tal y como se desprende de este estudio, el descenso de PA medio esperable en monoterapia se sitúa entre 10 – 15 mmHg de PAS y 8-10 mmHg de PAD, con diferencias relevantes entre fármacos. Las combinaciones consiguen reducciones entre 20-25/10-15 mmHg, objetivándose diferencias entre ellas aún mayores. Descensos de PAS/PAD superiores a 20/10 mmHg es improbable alcanzarlos con monoterapia, por lo que en estos casos debería considerarse el uso de combinaciones.
En definitiva, el estudio ATOM revela que los fármacos de una misma familia tienen diferente potencia en el descenso de la PA, por lo que "no es correcto pensar que con cualquiera de ellos se va a obtener una respuesta similar", afirma el portavoz de este estudio; de la misma forma, añade, "hemos definido con evidencia científica el límite de descenso de PA que es improbable obtener con el uso de un único fármaco e identificado los casos en los que debe utilizarse una combinación de los mismos". Como otra aportación más, este trabajo ha logrado evidenciar que, ante determinadas características fenotípicas, ciertos grupos farmacológicos son más eficaces y deberían considerarse de elección en esos pacientes.
Esta acumulación de hallazgos abre una interesante línea de investigación. "Nuestra intención, con todos los algoritmos que hemos obtenido en el estudio, es crear una sencilla aplicación práctica que pueda ser utilizada por los facultativos en el tratamiento de la HTA y que, tras introducir las características clínicas del paciente, la PA inicial y la PA objetivo, determine qué fármacos son más adecuados para conseguir el objetivo terapéutico", concluye el Dr. Paz Bermejo.