¿Practicarías deporte en vaqueros? ¿Saldrías a correr sin zapatillas adecuadas?... Entonces, ¿por qué casi la mitad de los competidores en carreras populares nunca se han hecho un reconocimiento previo a su participación deportiva? Las causas de esta aparente paradoja están aún por concretar, pero al menos ya se ha podido objetivar la magnitud del problema en nuestro medio. Un estudio, elaborado por el equipo del Centro de Medicina Deportiva del Consejo Superior de Deportes (Madrid), ha cuantificado este problema.
En las últimas décadas se ha producido un incremento de las carreras populares y del número de participantes en ellas, así como se ha certificado la importancia del reconocimiento médico deportivo en la prevención de la muerte súbita de origen cardiovascular asociada al ejercicio físico. En una comunicación oral se expone la situación actual de los reconocimientos médicos preparticipación deportiva en corredores que acuden a carreras populares.
La Dra. María Eugenia Heras, que pertenece al Centro Medicina del Deporte de la AEPSAD (Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte), muestra los resultados hallados en una investigación que, a pesar de realizarse en el entorno de Madrid, da lugar a conclusiones que podría generalizarse a otras zonas de España próximas a una gran ciudad. "Nuestro trabajo refleja la situación de los deportistas que residen en o junto a las grandes capitales, pero probablemente en zonas con menos accesibilidad a las consultas médico-deportivas la situación sea algo peor", indica la Dra. Heras.
Con la muerte en los talones
En la XV Edición de la Media Maratón de Madrid, 509 participantes (434 hombres y 75 mujeres) contestaron a una encuesta de salud cardiovascular. Se les preguntó por síntomas cardiológicos de esfuerzo, valoración médico-deportiva previa y pruebas complementarias realizadas (ECG basal, prueba de esfuerzo y ecocardiograma).
El 48,1% de los encuestados aseguraron no haber realizado nunca un reconocimiento médico para la práctica deportiva. Aún es más, noventa corredores (17,7%) decían haber presentado en alguna ocasión durante el ejercicio, dolor torácico, palpitaciones, mareo intenso o pérdida de consciencia; de ellos el 52,2% nunca se había realizado un reconocimiento para la práctica deportiva, un 13,3% no se había realizado nunca electro, un 57,8% no se había realizado nunca una prueba de esfuerzo ni un ecocardiograma.
Para la Dra. María Eugenia Heras, la conclusión es clara: "aunque se está produciendo un importante aumento en la participación de carreras populares, cada vez más exigentes (maratones, ultramaratones, carreras de montaña, triatlones...), los deportistas no siguen un adecuado control de su salud cardiovascular y, muchas veces, someten a su organismo a esfuerzos demasiado intensos sin haber comprobado antes si su corazón está preparado
para soportarlos".
Los deportistas no suelen ser conscientes de que existen patologías que, a pesar de dar pocos o ningún síntoma, pueden tener consecuencias fatales cuando se somete al corazón a un esfuerzo importante. En general, a juicio de la Dra. Heras, "los deportistas se consideran sujetos sanos, y a veces no dan importancia a los síntomas".
Correr sí, pero con cabeza y…corazón sano
Aunque la incidencia de muerte súbita en el deporte no es muy alta, los expertos recalcan que algunos fallecimientos podrían evitarse si se tomaran algunas medidas preventivas. En opinión de la Dra. Heras, "lo primero que habría que hacer es concienciar a los deportistas que deben realizarse un control médico para valorar su aptitud cardiológica antes iniciarse en la práctica deportiva o cuando vayan a entrenar a una intensidad importante, especialmente si presentan síntomas de esfuerzo, antecedentes familiares de muerte súbita o varios factores de riesgo cardiovascular".
¿Y cómo debería ser este reconocimiento? Para esta experta, "el reconocimiento debería incluir al menos una buena anamnesis (que recoja los antecedentes personales y familiares), una exploración que incluya auscultación cardiopulmonar y toma de tensión arterial, y un ECG basal de 12 derivaciones". Incluso, en determinados casos (a valorar por el médico según los resultados previos) sería aconsejable ampliar el estudio con la realización de otras pruebas (inicialmente con una prueba de esfuerzo y/o con un ecocardiograma). "El problema –reconoce la Dra. Heras- es que en la actualidad probablemente no existan suficientes centros médicos para la realización de éste tipo de reconocimientos a todos los participantes en eventos deportivos populares".
En vista de los resultados obtenidos en este estudio (casi el 75% de los deportistas se había realizado un ECG en los últimos 5 años), se apunta que parece un objetivo más probable de alcanzar que a todos los deportistas que participen en este tipo de carreras se les haya realizado un ECG basal en los últimos años; con todo, matiza la Dra. Heras, "sería también importante conocer en qué circunstancias se realizó el ECG (reconocimiento médico para el deporte, preoperatorio, reconocimiento médico de empresa, valoración por su médico de familia…) y si éste fue valorado por médicos con conocimientos en el ECG del deportista y en la detección de posibles causas de muerte súbita en el deporte".