Incrementar las partículas de colesterol-HDL ha sido siempre un objetivo primario en la prevención de la enfermedad cardiovascular. Ahora bien, existe controversia sobre si aumentar las HDL en pacientes que han sufrido un evento cardiovascular es beneficioso.
¿La presencia de factores de riesgo cardiovascular puede alterar las propiedades cardioprotectoras asociadas a las partículas de HDL? La respuesta es afirmativa, según los resultados de un estudio presentado en el congreso, liderado por la Dra. Gemma Vilahur, investigadora I3 del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares, que ha demostrado que las partículas de HDL, cardioprotectoras en un escenario saludable, pierden sus propiedades beneficiosas cuando se generan en condiciones de hipercolesterolemia. “Por tanto, quizá no siempre es bueno incrementar las HDL, porque en ciertos casos éstas pueden ser disfuncionales”, apunta la experta.
Bajo esta hipótesis, aislaron partículas de HDL de un grupo de cerdos alimentados con una dieta regular y de otro grupo alimentado con una dieta rica en grasas saturadas. Posteriormente, infundieron las HDL aisladas en animales que habían sufrido un infarto para comprobar si los efectos antiinflamatorios y antioxidantes asociados a las HDL se mantienen cuando éstas se generan en un nicho de hipercolesterolemia. “Lo que observamos mediante resonancia magnética cardiaca es que las HDL aisladas de animales con altos niveles de colesterol LDL perdían su capacidad de proteger al corazón frente al daño producido por el infarto agudo de miocardio”, afirma la Dra. Vilahur.
En concreto, la infusión de HDL aisladas de animales hipercolesterolémicos reducía en un 50% el índice de miocardio rescatado, incrementaba en un 37% el tamaño de cicatriz y en un 45% el no-reflujo en comparación con las HDL provenientes de animales alimentados con una dieta regular.
Analizando las partículas HDL para ver qué cambios sufren, descubrieron que dicha disfunción va asociada a una pérdida de su capacidad antioxidante; y mediante análisis proteómicos comprobaron que, si bien no se produce remodelación en su proteína principal, la ApoA-I, sí presentan una reducción en la expresión de proteínas involucradas en efectos cardioprotectores, tales como las lipocalinas y transportadores del ácido retinoico y la ApoM, proteína transportadora de la esfingosina-1 fosfato.
En lo referente a su composición lipídica, las partículas de HDL provenientes de animales con dieta rica en grasas veían muy incrementado su contenido en triglicéridos y colesterol (partículas de HDL más maduras).
"Con este estudio se demuestra por primera vez que la dislipemia remodela las lipoproteínas de alta densidad, y reduce su potencial cardioprotector, unos resultados que invitan a la realización de nuevos estudios que aporten más evidencia científica en este sentido, y sugieren que debería revisarse tanto la estrategia de abordaje de los pacientes en prevención secundaria así como la cuantificación de estas partículas por su contenido en colesterol", concluye la Dra. Vilahur.