Las complicaciones postoperatorias siempre se han presentado, en muchos casos, como los principales retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios. En el campo de la cardiología intervencionista, el registro REPARA pretende analizar la eficacia y la seguridad de los stents farmacoactivos biorreabsorbibles mediante un seguimiento a 30 días de los pacientes que han sido sometidos a la implantación de estos dispositivos.
Las nuevas evidencias y ventajas en el uso del plástico de los stents biorreabsorbibles como material efectivo en intervencionismo coronario parece que se están confirmando. Como evidencia, el registro REPARA ha demostrado que los stents biorreabsorbibles muestran una alta tasa de éxito inmediato y a 30 días en pacientes y lesiones no seleccionados.
"Generalmente, los ensayos clínicos usan criterios estrictos que excluyen, por ejemplo, a pacientes diabéticos, anticoagulados o con insuficiencia renal, lo que dificulta conocer la situación postoperatoria de los pacientes que son sometidos a un intervencionismo coronario en la vida real, unas condiciones que no se tienen en cuenta y que pueden ser adversas en algunos casos", explica el Dr. Felipe Hernández, secretario de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC. Por ello, el registro REPARA, tal y como comenta el doctor, "ha dejado abiertos los criterios de inclusión y exclusión, permitiendo al cardiólogo que elija el tipo de procedimiento o lesión, sin tener en cuenta factores como la diabetes o el tipo de oclusiones del paciente intervenido".
Los stents biorreabsorbibles se están posicionando en el mercado de la cardiología intervencionista como dispositivos seguros, ya que, como indica el Dr. Hernández, "el material del stent biorreabsorbible es compatible con el organismo y a pesar de requerir igualmente un tratamiento antiagregante como ocurre con los dispositivos metálicos, sobre todo al principio; el organismo tiene la capacidad de reabsorber el stent en un plazo de dos a tres años sin dejar rastro en la arteria que pueda provocar complicaciones como la trombosis". El registro REPARA ha demostrado que, con el stent biorreabsorbible, las tasas de trombosis precoces (<30 días) son similares a las de los stents metálicos farmacoactivos. La trombosis es el principal problema de estos dispositivos, en comparación con el stent provisional de metal. De este modo, a los 30 días las tasas de complicaciones y de eventos cardiacos mayores son muy bajas, con tan solo un 0,8% de trombosis en el stent, un 0,3% de muerte cardiaca, un 1,4% de infarto de miocardio y un 0,7% de nueva revascularización.
En lo que respecta a la elasticidad de las arterias, los stents biorreabsorbibles siguen ganando la batalla al stent metálico. Mientras que la presencia de un armazón metálico en la arteria dificulta la elasticidad de la misma, con el stent biorreabsorbible la capa muscular de la arteria podrá dilatarse y contraerse mucho más fácilmente.
Tras haber analizado la efectividad del stent biorreabsorbible en 1.627 pacientes intervenidos, finalmente el registro REPARA contempla un total de 2.400 pacientes tratados con intervención coronaria percutánea sobre arterias nativas en España y Portugal, obteniendo éxito en el procedimiento en el 98,4% de lesiones.