Aunque se sabía que los choques del desfibrilador automático implantable (DAI) se asocian con un aumento de mortalidad en pacientes con cardiopatía estructural, se desconocía hasta el momento si este efecto era debido a la propia capacidad nociva de estos choques o a que servían como marcador de riesgo. Ahora, y gracias a la base de datos del registro multicéntrico UMBRELLA, que incluye a pacientes a los que se les implanta un DAI y que son seguidos mediante Care Link, se cuenta con más evidencias que sugieren su carácter de marcador de riesgo de mortalidad total.
En un estudio que presenta en forma de comunicación oral el Dr. Víctor Castro Urda, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), se ha analizado la asociación entre la presencia de terapias apropiadas e inapropiadas del DAI con mortalidad total y cardiovascular. Se incluyeron en esta evaluación a 1.081 pacientes, que se dividieron según el tipo de terapia recibida (choque apropiado, choque inapropiado, terapia antitaquicárdica –ATP- apropiada, ATP inapropiada o no intervención).
El resultado principal, según expone el Dr. Castro, es que, "al menos en la población incluida en nuestro estudio, los choques del DAI deben ser considerados como un marcador de riesgo de mortalidad global, traduciendo la presencia de una población con mayor grado de afectación cardiológica". Eso sí, aclara, "en el estudio se incluyeron pacientes con función ventricular conservada, en los cuales los choques pueden tener un significado diferente que en aquellos pacientes con función ventricular más deprimida".
Importantes implicaciones
Aunque el estudio revela que los choques apropiados del desfibrilador parecen ser un factor de riesgo para mortalidad cardiovascular, se comportan como un mero marcador de riesgo para mortalidad total. Y es que, cuando se realiza un análisis multivariante (incluyendo variables como la fracción de eyección, la edad, el grado de insuficiencia cardiaca, la presencia de fibrilación auricular o insuficiencia renal), se observa que tener choques apropiados deja de ser un factor de riesgo independiente para mortalidad global. "La terapia apropiada mediante ATP o la terapia inapropiada, ya sea choque o ATP, no se relaciona con la mortalidad de los pacientes", aclara el Dr. Castro.
Aunque las conclusiones del estudio sugieren que los choques son más un marcador de riesgo que un factor causante de mortalidad en sí mismos, se aconseja "programar los desfibriladores de manera que reduzcamos las posibilidades de realizar choques evitables", aconseja el Dr. Víctor Castro, para quien "no cabe duda que programando puntos de corte de taquicardia más altos y tiempos de detección más largos, vamos a reducir choques que, aunque apropiados, son evitables y contribuyen a la morbilidad de nuestros pacientes".