Una sesión de Focus llama la atención sobre las posibilidades presentes y futuras de las redes integradas de asistencia al infarto en España y, sobre todo, sirve para presentar las experiencias acumuladas en diferentes comunidades autónomas. El Dr. Rafael Vázquez García, Jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, es el moderador de esta mesa, en la que se defiende que éste es el mejor enfoque posible actualmente para hacer frente a este problema, proporcionando una alta tasa de reperfusión coronaria en un tiempo apropiado.
En la sesión se cuenta con las aportaciones del Dr. José Antonio Baz Alonso, de Vigo, representando a la CC.AA. de Galicia, una de las pioneras en disponer de red de asistencia al infarto y que revisa la experiencia de funcionamiento de esta red. El otro ponente es el Dr. Gonzalo Marcos Gómez, de Cáceres, donde no se dispone de una red de este tipo (al menos oficialmente, como red extremeña de asistencia al infarto).
Estudios previos han demostrado que “la presencia de una red de atención al infarto en una comunidad autónoma se asocia a un número mayor de angioplastias primarias, que se consideran el tratamiento de elección del infarto agudo de miocardio”, subraya el Dr. Rafael Vázquez García. De hecho, argumenta, “la presencia de la red no incrementa el total de angioplastias que se realizan, sino la proporción de ellas que pueden considerarse como primarias". En otras palabras, lo que consigue este tipo de redes es que aumente la proporción de angioplastias que se realizan en las primeras horas tras el infarto, cuando su beneficio es máximo.
Situación actual
En 2003 sólo había cuatro redes autonómicas de asistencia al infarto (en Murcia, Galicia, Navarra y Baleares), lo que suponía una cobertura del 12,8% de la población. Ya a finales de 2014 había 14 redes autonómicas, lo que suponía una cobertura del 75% del territorio nacional. Las tres CC.AA. que todavía no disponen de una red autonómica de asistencia al infarto son Canarias, Extremadura y Andalucía, si bien en ellas hay otro tipo de redes que, sin tener carácter autonómico, están haciendo una función similar.
Por ejemplo, en Andalucía, dado su tamaño en población y extensión (cerca del 18% del total de España en ambos casos), se han ido constituyendo redes de infarto provinciales, que han permitido que 5 de las provincias andaluzas tengan tasas de angioplastia primaria superiores al 75% en 2014, con tasas por millón de habitantes en estas 5 provincias (entre 219 y 301), que no son muy inferiores a la media nacional de 2014 (alrededor de 300 angioplastias por millón de habitantes). La media andaluza baja considerablemente al considerar el conjunto de las 8 provincias. Por tanto, indica el Dra. Vázquez, “se evidencian importantes diferencias entre unas comunidades y otras, e incluso dentro de la misma”.
Vamos bien... se puede ir mejor
Sin embargo, y aunque la implantación es importante y el beneficio obtenido resulta extraordinario, se siguen detectando déficits. Para el moderador de esta sesión, “sería necesario el establecimiento de redes de infarto en todo el territorio español, idealmente integradas en una Red de Redes que aportara resultados de ámbito nacional”.
Como otras medidas a adoptar, se apunta hacia la necesidad de mejorar la coordinación existente con otros eslabones asistenciales (061 y otros sistemas de urgencias/emergencias), así como de mejorar la accesibilidad de los hospitales comarcales a la angioplastia primaria (que muchas veces está limitada por razones de ubicación geográfica o problemas de transporte). Igualmente, se solicita compensar adecuadamente esta actividad, tanto al personal médico como de enfermería.
Por lo tanto, en opinión del Dr. Vázquez, “hay margen de mejora”. Pero, sobre todo, “hay que evitar un fenómeno de agotamiento, como se ha observado en algunos sitios que empezaron estos programas con un gran empuje inicial, pero que transcurrido un tiempo empezaron a mostrar que el esfuerzo inicial era difícilmente sostenible en el tiempo”.