Los resultados de un estudio observacional y multicéntrico realizado a partir de los datos ofrecidos por el registro FANTASIIA han permitido validar de forma prospectiva la utilidad del esquema SAMe-TT2R2 para predecir la calidad de la anticoagulación con acenocumarol. En una comunicación oral que presenta la Dra. Mª Asunción Esteve Pastor, médico interno residente de tercer año del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), se sintetizan los principales hallazgos derivados de un estudio llevado a cabo a partir de este registro, del que se están derivando también importantes hallazgos sobre la calidad de la anticoagulación en la población española.
El registro FANTASIIA (Fibrilación Auricular: influencia del Nivel y Tipo de Anticoagulación Sobre la Incidencia de Ictus y Accidentes hemorrágicos) recoge información general y las características clínicas de pacientes con fibrilación auricular no valvular. Cardiólogos, médicos generales e internistas de 50 centros de España han participado en este registro, seleccionando a pacientes que habían estado tratados con antivitamina K o anticoagulantes orales directos (ratio 4:1) durante los 6 meses previos, y los incluyeron de forma consecutiva entre junio 2013 y marzo 2014.
Gracias a este registro, “se demuestra el papel potencial de este simple esquema clínico de riesgo (SAMe-TT2R2) para predecir la mala calidad de la anticoagulación oral con AVK en la práctica clínica y ayuda en la toma de decisiones clínicas y estrategias adicionales”, indica la Dra. Mª Asunción Esteve. Pero, además, este registro ha permitido evaluar la incidencia de eventos trombóticos y hemorrágicos a 3 años de seguimiento en pacientes con fibrilación auricular no valvular.
Y es que, como destaca la Dra. Esteve, “del registro FANTASIIA se están derivando importantes resultados sobre la calidad de la anticoagulación en la población española”. Se ha observado, por ejemplo, que la prevalencia del mal control de la anticoagulación se sitúa en el 54%, y que el 46% de los pacientes estaban más de la mitad del tiempo fuera del rango terapéutico (la media de TTR fue de 63,77 23,80% con el método directo y de 60,2724,48% con el método de Rosendaal). Además, se aprecia una reducción progresiva del TTR con el incremento de la puntuación del esquema SAMe-TT2R2: los pacientes con SAMe-TT2R2 0-1 tenían mejor media de TTR calculada por el método Rosendaal (62,5±24,7) que aquellos con una alta puntuación en dicho esquema (58,0±24,1).
Un esquema validado
El esquema SAMe-TT2R2 es una herramienta clínica propuesta por el Dr. Apostolakis del grupo de la Universidad de Birmingham, dirigido por el Profesor Gregory Lip, con la finalidad de predecir la calidad de la anticoagulación de los pacientes con fibrilación auricular no valvular en tratamiento con antagonistas de la vitamina K (acenocumarol o warfarina).
La escala SAMe-TT2R2 atiende a numerosas variables clínicas: sexo femenino, edad <60 años, antecedentes médicos (más de 2 comorbilidades: hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad coronaria, vasculopatía periférica, insuficiencia cardiaca, ictus previo, enfermedad pulmonar crónica, insuficiencia renal o hepática), tratamiento (fármacos que puedan interferir con la anticoagulación), tabaquismo activo y raza. Los pacientes que presentan una puntuación con SAMe-TT2R2>2 tienen mayor probabilidad de tener un control pobre de la anticoagulación, estimado por medio del tiempo en rango terapéutico (TTR) < 65-70%; en cambio, aquellos con una puntuación SAMe-TT2R2 de 0-1 tienen una mayor probabilidad de presentar un adecuado control de la anticoagulación.
El esquema SAMe-TT2R2 ha sido validado de forma retrospectiva en diferentes cohortes, pero ahora también se cuenta con la primera validación prospectiva en la población del mundo real. “Nuestro grupo, dirigido por la Dra. Roldán y el Dr. Marín, ha validado este esquema en una cohorte de 459 pacientes con fibrilación auricular no valvular que habían iniciado anticoagulación oral con acenocumarol”, informa la Dra. Esteve, quien considera que “este esquema es una herramienta clínica sencilla capaz de aportar información relevante sobre la calidad de la anticoagulación de los pacientes”.
Importantes beneficios
El nuevo documento sobre el uso de los NACOs de la Sociedad Española de Cardiología, avalado por otras sociedades científicas como SEMERGEN, SEMI o AETH, propone que se use esta escala de forma rutinaria a la hora de indicar el fármaco anticoagulante más idóneo.
El grupo de Birmingham plantea que, a la hora de indicar el tratamiento antitrombótico en un paciente, se deben realizar tres pasos: 1º) se debe valorar el riesgo embólico, según la escala CHA2DS2-VASc; 2º) se debe estimar el riesgo hemorrágico, según la escala HAS-BLED; y 3º) se debería utilizar la escala SAMe-TT2R2 de forma rutinaria para identificar cuáles de nuestros pacientes presentarán un buen control de la anticoagulación con antivitamina K y cuáles presentarán un pobre control anticoagulante.
A juicio de la Dra. Esteve, “la posibilidad de identificar pronto a los pacientes que van a mostrar una deficiente calidad de la anticoagulación con los antivitamina K nos puede permitir realizar de forma precoz un mejor control de la anticoagulación o bien emplear alternativas como la anticoagulación con anticoagulantes orales directos”. Así, concluye, “evitaremos iniciar el tratamiento con fármacos antivitamina K en pacientes que tienen una alta probabilidad de deficiente control de la anticoagulación, evitando el intento con anti-vitamina K que expone al paciente a riesgos tanto embólicos como hemorrágicos durante ese periodo”.