La estimulación antitaquicardia (EAT) representa una forma de tratamiento eficaz para las arritmias ventriculares por mecanismo de reentrada en un porcentaje elevado de pacientes portadores de desfibrilador automático (DAI). Las ventajas de esta forma de tratamiento sobre las descargas de alta energía son variadas, destacando el bajo consumo de batería del generador que ocasiona y la mejor calidad de vida para el paciente por ser indoloras. Además, a largo plazo esta forma de terapia puede optimizar los beneficios reales de supervivencia aportados por el DAI, teniendo en cuenta los efectos deletéreos de las descargas del DAI sobre la supervivencia, un tema de actualidad con evidencias crecientes.
Pese a que inicialmente se reservaba para taquicardias relativamente lentas, la publicación de diversos estudios aleatorizados y prospectivos que valoraron la eficacia y seguridad de la EAT en taquicardias muy rápidas, ha hecho que en la actualidad los esquemas de EAT se programen en un amplio rango de frecuencias de taquicardia, incluso hasta frecuencias de 250 lpm. La eficacia de la EAT en la terminación de arritmias ventriculares no es absoluta y existe un porcentaje variable de pacientes y episodios de arritmia en los que la EAT no resulta eficaz. Si bien no es un tema extensamente estudiado, factores como la longitud de ciclo de la taquicardia, el esquema de estimulación empleado, el tratamiento beta bloqueante concomitante en el paciente, o la distancia al circuito de la taquicardia respecto al punto de estimulación, son algunas de las variables que se han asociado a la eficacia de la terapia.El trabajo de Jiménez-Candil y colaboradores supone un paso más en su activa línea de investigación clínica sobre la eficacia de la EAT en portadores de DAI. El presente estudio analiza la influencia de las variaciones de la longitud de ciclo intraepisodio, sobre la eficacia de la EAT. En una población de 260 pacientes portadores de DAI con indicaciones habituales de implante tanto en prevención primaria (56%) como secundaria, y con cardiopatías en las que las arritmias ventriculares probablemente ocurren por mecanismo de reentrada, y por ende, susceptibles de ser terminadas con EAT, los autores analizan la relación entre el grado y patrón de variación en la longitud de ciclo de la taquicardia (551 episodios en 67 pacientes) y la eficacia de la terapia. Los dispositivos estaban programados en detección y terapias de taquiarritmias de forma estandarizada con tres zonas, presentando terapias de EAT las zonas de entre 321 y 400 ms (Taquicardia lenta, con ráfaga de 15 impulsos al 91% de la longitud de ciclo como primera terapia de EAT) y la de entre 250 y 320 ms (Taquicardia ventricular rápida, con ráfaga de 5 impulsos al 84%). Los autores observan como son las taquicardias más rápidas las que presentan un mayor grado de fluctuación del R-R de la taquicardia, y el hallazgo fundamental es que la presencia de mayores cambios del R-R durante la taquicardia (valorado en los últimos 12 intervalos R-R previos a la primera terapia de EAT) se asocia a una mayor eficacia de la EAT de forma significativa e independiente de otras variables (p<0,001). Los autores postulan con que dicho resultado puede ser fruto de dos posibles mecanismos: la existencia de una gap excitable en el circuito de la taquicardia mas prolongado conforme el R-R se hace mayor, o bien el hecho de que los cambios del R-R representen una marcador de inestabilidad de la taquicardia y terminación espontánea de la misma. Los resultados obtenidos podrían ayudar a dirigir la forma de tratamiento y la programación de los dispositivos en pacientes con arritmias ventriculares monomórficas sostenidas o en riesgo de presentarlas. Felicitar al grupo de Salamanca por su impecable trayectoria en esta línea de investigación.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23085131
Influence of Cycle Length Variations on Antitachycardia Pacing Effectiveness among ICD Patients
Jiménez-Candil J et al. Heart Rhythm 2013;10:207-213