Bienvenidos a esta tercera edición de Actualidad en Cardiología Clínica. En esta ocasión los temas elegidos son la hipertensión arterial y la diabetes, dos de los principales factores de riesgo cardiovascular, que lejos de estar controlados, las cifras actuales muestran datos muy preocupantes.
Recientemente se ha comunicado que la hipertensión arterial mata casi el doble que hace diez años en España. Así, las enfermedades causadas por la hipertensión arterial han pasado de provocar 6.661 muertes en nuestro país en 2005 a causar 12.675 fallecimientos en 2015. Esto se debe principalmente a dos motivos: por un lado, a que el número de pacientes hipertensos cada vez es mayor, no sólo por el envejecimiento de la población, sino que también hay hipertensos que debutan a una edad cada vez más joven, y por otro, porque un gran número de pacientes hipertensos no logran los objetivos de control de presión arterial recomendados por las guías de práctica clínica. Las cosas no están mucho mejor en el caso de la diabetes mellitus. De hecho, el número de diabéticos no hace sino aumentar día a día. Así, si en el año 2000 se estimaba que había 171 millones de pacientes con diabetes en todo el mundo, se ha calculado que esta cifra alcanzará los 350 millones en 2030. Aunque existen varios motivos que explicarían este incremento, parece que los cambios en el estilo de vida, junto con el aumento del sedentarismo y de la obesidad, serían los responsables más importantes. Al igual que ocurría con la hipertensión arterial, las cifras actuales de control de la diabetes distan mucho de ser ideales. En la presente monografía, el Dr. Juan Cosín Sales analiza la situación actual del control de la hipertensión arterial y de la diabetes en nuestro país.
Desde los 90 las cifras de pacientes que lograban los objetivos de presión arterial han aumentado de manera progresiva. Por ejemplo, si en PRESCAP 2002 el 36,3% de los varones y el 35,9% de las mujeres lograban los objetivos de presión arterial, estos números subieron hasta el 44,7% y 47,9%, respectivamente en 2010. Esta mejoría se debió fundamentalmente a un mayor uso de la terapia combinada, del 44,2% en 2002 al 63,9% en 2010 en varones, y del 43,9% al 63,2%, respectivamente, en mujeres. En consecuencia, uno de los pilares para mejorar el control de la presión arterial debe ser el mayor uso de las combinaciones de fármacos antihipertensivos, que todavía es claramente insuficiente. Sin embargo, no todas las combinaciones han demostrado ser igual de eficaces o beneficiosas. El Dr. Vivencio Barrios Alonso analiza en su artículo la utilidad de las combinaciones en el tratamiento de la hipertensión arterial y cuáles deberían emplearse de manera preferencial según la situación clínica del paciente.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en los sujetos con diabetes. Hasta hace pocos años se conocía que el control adecuado de la diabetes era capaz de disminuir el riesgo de presentar complicaciones microvasculares. Sin embargo, existían ciertas dudas acerca del efecto sobre las complicaciones macrovasculares, sobre todo cuando el control de la HbA1c era muy estricto, principalmente en las poblaciones más frágiles, como los ancianos o aquellos con una evolución de la diabetes más prolongada. Además, a raíz de ciertas publicaciones, surgieron dudas acerca de la seguridad cardiovascular de algunos fármacos antidiabéticos. Por todo ello, desde hace casi una década, se exige que para que un fármaco antidiabético sea aprobado para su uso en la práctica clínica se haya demostrado su seguridad cardiovascular en ensayos clínicos específicamente diseñados. El número de pacientes con diabetes que acuden a las consultas de cardiología es muy elevado. De hecho, se estima que aproximadamente uno de cada tres pacientes con cardiopatía isquémica tienen diabetes. En consecuencia, el cardiólogo clínico debe estar familiarizado con el manejo básico de estos fármacos. Por todo ello, los dos últimos artículos se centran específicamente en estos aspectos. El Dr. Martín Ruiz Ortiz analiza lo que el cardiólogo clínico debe saber acerca del manejo de los antidiabéticos no insulinicos, y la Dra. Marisol Bravo Amaro se centra en los inhibidores SLGT2, que parecen el grupo más prometedor en el manejo del paciente diabético con cardiopatía.
En definitiva, los temas tratados en esta newsletter tienen un gran interés para el cardiólogo clínico. Además, se ha contado con la participación de cuatro grandes expertos en la materia para su desarrollo. Esperamos que esta newsletter os resulte interesante, y que sean de utilidad para vuestro quehacer diario.