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Categoría: Octubre 2017
Escrito por Dr. Martín Ruiz Ortiz
La diabetes mellitus, especialmente la tipo 2 (DM2), es una enfermedad que interesa al cardiólogo clínico por varios motivos. En primer lugar, por su asociación con la enfermedad cardiovascular (CV). La prevalencia de DM2 es elevada en la mayoría de las patologías cardiovasculares (CV), con cifras que alcanzan hasta el 30-35% en pacientes con cardiopatía isquémica estable. Además la DM2 representa un factor de pronóstico desfavorable en la evolución de todas las cardiopatías. Por tanto, el cardiólogo clínico se encuentra en una posición privilegiada de influir de forma favorable en el pronóstico de estos pacientes, implicándose de forma activa en el tratamiento de esta población. El manejo general de la DM2 tiene como objetivo último mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes e incluye en primer lugar la dieta, el ejercicio físico y el control estricto de los factores de riesgo CV (tabla 1).