El presente trabajo describe la incidencia y resultados de las infecciones sistémicas graves (bacteriemias ó endocarditis) en pacientes que son portadores de un marcapasos sin cable Micra.
Los marcapasos transvenosos convencionales presentan dos grandes inconvenientes, ambos relacionados con los cables endocavitarios. Por una parte la disfunción de los mismos a largo plazo en un alto porcentaje de ellos, lo que obliga a revisiones quirúrgicas con implante de nuevos cables y en ocasiones extracción de los previamente implantados, y por otra parte el riesgo de las infecciones de los mismos, bien primarias, es decir, cuando la infección es circunscrita en su inicio al sistema de marcapasos, o bien como contaminación de un proceso sistémico a distancia que ocasiona bacteriemias con siembra posterior de gérmenes en el sistema de estimulación. La infección de un sistema de marcapasos o de desfibrilación transvenoso es un proceso acompañado de una muy importante morbimortalidad, y existe consenso firme en que ante una infección del sistema, es obligada la retirada completa del sistema añadida a la terapia antibiótica intensiva. En relación con las infecciones sistémicas, es bien conocido que las ocasionadas por estafilococo áureus, así como por pseudomonas aeruginosa y serratia marcensis, comportan un altísimo riesgo (aproximadamente en dos tercios de los casos) de afectación secundaria de los dispositivos implantables.
Los marcapasos sin cables, cuyo uso es cada vez mayor debido a los prometedores buenos resultados que se están comunicando, presentan varias ventajas respecto alo comentado previamente: por una parte evitan la posibilidad de una infección primaria de la bolsa del generador, al no requerirse, y por otra parte, debido a su menor superficie global y a la encapsulización progresiva una vez implantado, teóricamente presentarían menos riesgo de infectarse de forma secundaria en presencia de infecciones sistémicas.
El trabajo de El-Chami y colaboradores, investigadores del estudio IDE (Investigational Device Exemption Trial), analiza a los pacientes que tras haberse implantado un marcapasos sin cable Micra (Medtronic), presentaron en el seguimiento alguna infección sistémica grave (bacteriemia documentada o endocarditis). Así, de los 720 pacientes a lo que se implantó un Micra en el estudio, 16 de ellos (2,2%) presentaron un total de 21 infecciones sistémicas en un seguimiento medio de aproximadamente 18 meses. La edad media de este grupo fue de 72 años, casi dos tercios fueron hombres, el 50% presentaban historia de insuficiencia cardiaca, un 12% estaban en hemodiálisis, y en más de la mitad la indicación de implante fue por fibrilación auricular lenta o bloqueada. El tiempo medio de la infección sistémica tras el implante fue de 4,8±4,5 meses, y el seguimiento medio tras las infecciones fue de 13,1±9,2 meses. Los gérmenes Gram positivos fueron los responsables de las infecciones sistémicas mayoritariamente (33% estafilococo áureus, 14% estreptococos). Hubo 3 casos de endocarditis, dos mortales (en ninguna de las dos la causa de la muerte fue relacionada con infección del marcapasos, sino por complicaciones de la endocarditis en un caso y postquirúrgicas tras reemplazo valvular aórtico, en otro). En los estudios de imagen realizados a los pacientes con la infección sistémica activa (ecocardiograma transtorácico o transesofágico en 13 pacientes, incluidos los 3 con endocarditis), en todos los casos se pudo descartar la existencia de vegetaciones adheridas al marcapasos sin cable. Los eventos respondieron a la terapia antibiótica en todos los casos excepto en los dos de endocarditis aórticas mortales, pero en ningún caso se requirió el explante del marcapasos sin cable por infección secundaria del mismo. Cuatro pacientes presentaron una segunda infección posterior por gérmenes diferentes a los causales de la infección inicial, y de nuevo no hubo ninguna infección secundaria de los marcapasos sin cable y en los 4 casos la respuesta antibiótica fue satisfactoria para el control de la infección sistémica.
Pese al pequeño tamaño de muestra del trabajo, los datos aportados son muy interesantes y dejan entrever que muy posiblemente el riesgo de infección primaria o secundaria de los marcapasos sin cable ventriculares sea muy reducido, lo que se añadiría a las ventajas adicionales de esta revolucionaria forma de estimulación permanente.
El-Chami MF et al. Incidence and Outcomes of Systemic Infections in Patients with Leadless Pacemakers: Data from The Micra IDE Study. Pacing Clin Electrophysiol 2019. DOI: 10.1111/pace.13752.
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