La inhalación de aire frío durante el ejercicio incrementa la mortalidad cardiaca, pero su fisiopatología es desconocida. Este estudio utilizó bajas temperaturas y ejercicio para medir, con guías intracoronarias de doble sensor, la resistencia coronaria microvascular (RCM) y la velocidad de flujo sanguíneo (VFS), así como la perfusión subendocárdica mediante resonancia cardiaca.