La mejor forma de manejar las interferencias electromagnéticas en dispositivos de estimulación cardiaca en el ámbito doméstico y laboral es “proporcionar una información adecuada a los pacientes que les permita prevenirlas”, asegura la Dra. Pilar Cabanas Grandío.
Las interferencias son fenómenos que ocurren cuando un dispositivo de estimulación cardiaca (un marcapasos o un desfibrilador) se expone a un campo eléctrico, magnético o electromagnético que, en algunos casos, pueden provocar un funcionamiento inapropiado del dispositivo, temporal o permanente. Con el objetivo de hacer una actualización sobre la prevención y el manejo de estas interferencias en los pacientes portadores de estimulación cardiaca se ha celebrado una sesión en el marco del e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular.
Las interferencias electromagnéticas son las más frecuentes y, como explica la Dra. Pilar Cabanas Grandío, “lo más habitual es que la interferencia introduzca un ‘ruido’ en el dispositivo, que este detecta y, como consecuencia, se puede producir una inhibición en la estimulación, un cambio inapropiado de modo, una estimulación asincrónica, e incluso terapias inapropiadas (choques) en el caso de los desfibriladores”. En otras ocasiones, “la interferencia puede provocar un daño permanente en el dispositivo, obligando a realizar un recambio del mismo”.
¿Cómo prevenirlas?
Las interferencias con los dispositivos se pueden evitar, y la mejor forma de hacerlo es alejarse de la fuente interferente. “Existen guías para los pacientes portadores de marcapasos y desfibriladores en las que se explican los riesgos de las interferencias, las principales fuentes en el entorno doméstico y laboral, y las recomendaciones para evitarlas que, básicamente, se consigue alejándose de la fuente de interferencia”, comenta la experta.
La cardióloga asegura, por tanto, que la mejor forma de manejar las interferencias en el ámbito doméstico y laboral es “proporcionar una información adecuada a los pacientes que les permita prevenirlas”. Sin embargo, hay algunos casos en los que no se pueden evitar a pesar de facilitar las medidas de prevención adecuadas. En estas situaciones, “se pueden realizar cambios en la programación de los dispositivos de estimulación cardiaca que permiten hacerlos menos sensibles a las interferencias”, indica la Dra. Cabanas. De este modo se evitan también las consecuencias clínicas.
A pesar de las recomendaciones y las medidas de prevención hay pacientes con dispositivos de estimulación cardiaca que sufren las consecuencias clínicas de las interferencias. Un registro francés del año 2014, de Hours M y Hamelin J, concluyó que el 16% de los facultativos reportaron tasas de, al menos, un incidente al año relacionado con interferencias. “En la actualidad seguimos viendo interferencias en nuestra práctica clínica habitual”, apunta la cardióloga.
Esto se debe al avance tecnológico continuo, que hace que las interferencias electromagnéticas estén muy presentes en el entorno doméstico y laboral, dificultando en ocasiones una correcta prevención. “Por ello, es muy importante insistir en una buena educación sanitaria de los pacientes en este tema”, subraya la experta.
Eliminar las interferencias, ¿una utopía?
En cuanto a los retos futuro, la Dra. Cabanas cree que eliminar la presencia de las interferencias electromagnéticas puede ser una utopía “porque toda la tecnología que se usa en nuestra vida cotidiana está rodeada de campos electromagnéticos”. La tecnología avanza y se instaura en nuestro día a día a través de los smartphones, relojes inteligentes,…“por lo que sería ideal realizar estudios para evaluar las posibles consecuencias de toda esta tecnología incipiente y así garantizar la seguridad de los pacientes con dispositivos de estimulación cardiaca”. No obstante, la cardióloga recuerda que el diseño de dispositivos de estimulación cardiaca está en continua evolución, lo que permite minimizar los efectos de las interferencias.