Las técnicas de imagen son un pilar fundamental en el manejo de los pacientes con cardiopatías congénitas, y la correcta indicación e interpretación de las mismas es primordial para indicar un adecuado tratamiento de cada caso.
Puesto que se trata de patologías en las que el tratamiento comienza en gran parte de los casos desde la infancia e, incluso, desde etapas fetales, debe considerarse qué técnica es más adecuada según la edad del paciente, el diagnóstico de base, la duración de la misma, la necesidad de sedación o anestesia, la resolución temporal y espacial y las potenciales consecuencias a largo plazo de cada una. Durante el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2018, se ha celebrado un encuentro de expertos para reflexionar sobre la optimización de las técnicas de imagen en el seguimiento de pacientes con cardiopatías congénitas.
La Dra. Raquel Prieto, moderadora del encuentro, explica que “dentro del campo de las cardiopatías congénitas, todas las técnicas de imagen tienen cabida para contestar problemas clínicos concretos”. Aún sí, “por su disponibilidad, rapidez de uso y resolución temporal, el ecocardiograma es la técnica de imagen de primera línea en este tipo de patologías”. Otras pruebas, como la radiología simple, la tomografía, la resonancia magnética o la medicina nuclear, pueden ayudar de forma individualizada a completar el diagnóstico en estructuras no accesibles por ventana ecocardiográfica, a caracterizar estructuras o a cuantificar la función cardiaca.
Por otro lado, el estudio hemodinámico invasivo, tanto por la posibilidad de medicación directa de presiones y oximetría, como por la calidad de angiografía y ventriculografía y la posibilidad de tratamiento percutáneo, tiene un papel fundamental en algunos casos. En los últimos años, además, se están aplicando cada vez más los modelos 3D a partir de las técnicas de imagen como ayuda para el diagnóstico y planificación de procedimientos terapéuticos.
Individualización y multidisciplinariedad
En este contexto, para la experta, la elección de una u otra técnica debe “individualizarse para cada patología, su estadio y caso clínico concreto, para no sobreexponer al paciente a pruebas redundantes”. Asimismo, el “conocimiento de la anatomía de cada tipo de cardiopatía congénita, de las técnicas quirúrgicas y percutáneas empleadas, de las ventajas y desventajas de cada prueba de imagen, y de la edad o características individuales del paciente, son fundamentales a la hora de indicar una o varias de ellas en estos pacientes”.
Además, en este tipo de patologías se hace “fundamental el abordaje multidisciplinar con otros expertos en imagen por las consecuencias a nivel de otros sistemas, como el digestivo, el respiratorio o el linfático en la circulación de Fontan”.
Guías y consensos de imagen
A lo largo de la sesión, se han revisado los últimos consensos de manejo de imagen multimodal en pacientes con cardiopatías congénitas -como el documento publicado recientemente por la Asociación Europea de Imagen Cardiovascular- adaptándolos a la práctica clínica, tanto en un entorno pediátrico como en el entorno de la cardiología de adultos. Se ha incidido en las ventajas y limitaciones del ecocardiograma como imagen de primera línea en la evaluación y seguimiento de estos pacientes, la utilidad del strain y las limitaciones de la evaluación de función diastólica, o la estimación de volúmenes ventriculares por ecocardiografía 3D en este tipo de cardiopatías.
En esta sesión también se ha analizado el papel de otras técnicas de imagen, principalmente la TC y la RMN, así como se ha destacado la necesidad de protocolos específicos para cada patología concreta y la importancia de involucrar a profesionales con experiencia en el campo de las cardiopatías congénitas.