Participantes
Resumen
Vivencio Barrios Alonso, Almudena Castro Conde y Lorenzo Fácila Rubio han repasado la evidencia científica del icosapento de etilo, la importancia del riesgo cardiovascular residual y cómo ha sido integrado en las últimas guías clínicas.
Almudena Castro Conde, Hospital Universitario La Paz (Madrid) expone en CardioTV que "la metainflamación es el factor precipitante de la tormenta aterogénica que produce el daño vascular". Además, durante su intervención sobre la importancia del riesgo cardiovascular residual puntualiza que "la estimación del riesgo global es una obligación en nuestros pacientes para tratar todos los factores que influyen en el mismo". En este sentido, la cardióloga explica que "vivimos con cifras de LDL que no corresponden a lo que necesitamos como especie en este tiempo. El LDL (ApoB) mientras más bajo, mejor pero no debemos olvidarnos de el resto de factores aterogénicos. Por eso, debemos dejar de pensar en el LDL para pensar y tratar la apo B".
Por su parte, Lorenzo Fácila Rubio, Hospital General Universitario de Valencia, explica que "el proceso de fabricación de icosapento de etilo es complejo y quizás la clave de su importante beneficio cardiovascular". Además, el cardiólogo expone que "la EPA y DHA compiten en la membrana por lo que los compuestos con ambos componentes no están indicados ya que no producen beneficios (el beneficio de EPA lo contrarresta el DHA). El Dr. Fácila afirma que "el paciente candidato a IPE es aquel con enfermedad cardiovascular que en tratamiento con estatinas tiene TG>150 mg/dl y LDL <100 mg/dl, y cuanto antes se detecte mejor. Por eso, "la adherencia al fármaco en los ensayos clínicos es alta. No obstante en vida real hay que establecer estrategias basadas en RHB para fortalecerla".
Por último, Vivencio Barrios Alonso, del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) contextualiza la evidencia científica del icosapento de etilo: "los resultados del estudio REDUCE-IT se plasman en la financiación deIPE para reducir el riesgo cardiovascular de los pacientes con EVA. El IPE es un fármaco que interviene por varios mecanismos, no es un medicamento para normalizar el nivel de triglicéridos y los ácidos grasos omega 3 no son iguales desde el punto de vista de beneficios clínicos".