Según un reciente estudio internacional dirigido por la Universidad de Yale y coordinado en España por el Dr. Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, en el que han participado la Sociedad Española de Cardiología (SEC) el Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC) y las redes de investigación cardiovascular del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), las mujeres reciben consejos más restrictivos sobre la vuelta a la actividad sexual tras un infarto que los hombres.
Así lo demuestra un trabajo, que ya ha sido publicado en la prestigiosa revista Circulation, que ha incluido a más de 3.500 hombres y mujeres de entre 18 y 55 años con infarto de miocardio. El estudio, llamado VIRGO en Estados Unidos e IMJOVEN en nuestro país, ha tenido como objetivo estudiar las características de las mujeres jóvenes que han sufrido un infarto y cómo este afecta a su vida posterior en comparación con los hombres de la misma edad.
"Del estudio se han obtenido una gran cantidad de datos tanto relacionados con los factores de riesgo, estilo de vida y aspectos genéticos de las mujeres que han padecido un infarto agudo de miocardio como de las consecuencias del infarto en numerosos ámbitos sanitarios, sociales, laborales... en el año siguiente a padecerlo. Uno de los aspectos más novedosos es el relacionado con la vida sexual tras haber padecido el evento cardiaco", asegura el Dr. Bueno, miembro de la SEC y uno de los autores del trabajo. El estudio recoge datos tanto de Estados Unidos como de España. Así, en nuestro país únicamente el 13% de las mujeres y el 17% de los hombres recibe asesoramiento por parte de su cardiólogo sobre la actividad sexual que pueden realizar tras haber padecido un infarto. En Estados Unidos, esta cifra es similar, con un 19% de los hombres y un 12% de las mujeres.
Sin embargo, en cuanto al tipo de recomendación que reciben, en Estados Unidos al 69% de los hombres y al 65% de las mujeres se les aconseja limitar su actividad sexual frente al 64% de los hombres españoles y a un 83% de las mujeres. La limitación de la actividad sexual se refiere a recomendaciones tales como tomarse el pulso durante la práctica o adoptar un papel más pasivo.
"Este dato es especialmente relevante, no solo porque de él se desprende una excesiva precaución de los cardiólogos españoles, particularmente con las mujeres, que no solo no está justificado sino que va en contra de las indicaciones de las guías de práctica clínica que, salvo en infartos complicados o en los pocos casos en que los pacientes persistan con síntomas después del infarto, pueden retomar su actividad sexual de forma normal, de forma general una semana después de padecer el infarto", explica el Dr. Bueno.
El estudio también muestra que más del 90% de los pacientes tenía una vida sexual activa antes de padecer el infarto y que el 91% de las mujeres y el 98% de los hombres españoles considera el sexo muy o bastante importante (en Estados Unidos el porcentaje es del 74% y 91% respectivamente). "Además, el poder realizar una vida normal tras padecer un infarto y por lo tanto mantener una actividad sexual satisfactoria es un factor esencial en la recuperación del paciente. Por el contrario, las limitaciones en la vida sexual del paciente pueden derivar en depresión, insatisfacción y poca adherencia al tratamiento", asegura el doctor.
"Desde la Sociedad Española de Cardiología nos gustaría hacer una llamada de atención a los cardiólogos para que incluyan este tema en sus conversaciones con los pacientes antes del alta hospitalaria y para que sigan las guías de práctica clínica no siendo tan restrictivos en sus consejos, en especial con las mujeres", afirma el Dr. Bueno. "Asimismo, queremos animar a los pacientes a que pierdan la vergüenza y hablen de este tema con sus médicos, ya que no solo les ayudará a reducir el miedo y la incertidumbre sino que les facilitará alcanzar antes una recuperación integral tras el infarto."