Una sesión sobre la aplicación práctica de las guías ESC-2020 ha abordado los aspectos resueltos y las dudas por resolver; en este simposio, la Dra. Araceli Boraita Pérez ha revisado las novedades que estas nuevas directrices europeas ofrecen en cardiología del deporte y actividad física en pacientes con enfermedad cardiovascular (ECV).
Este encuentro ha evidenciado el amplio interés que despiertan entre los cardiólogos las nuevas guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), especialmente por las novedades que introducen. La sesión, celebrada en el e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular, ha servido para dar respuesta a algunas dudas e inquietudes existentes.
Especial relevancia ha tenido la intervención de la Dra. Araceli Boraita Pérez, del Centro Nacional de Medicina del Deporte de la Agencia Española para la protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), que ha resumido las aportaciones de la guía de cardiología del deporte y el ejercicio en pacientes con enfermedad cardiovascular bajo el prisma de su aplicabilidad en nuestro país. No solo ha mostrado las novedades incorporadas respecto a las guías anteriores (tanto de la ESC como de la AHA/ACC), sino que también ha incidido en aquellos aspectos conflictivos que no se han resuelto o que son de difícil aplicabilidad.
Aportando soluciones
A juicio de la experta en cardiología del deporte, “estas guías resuelven algunos aspectos importantes, presentando los métodos de evaluación y estratificación del riesgo para que el cardiólogo clínico pueda proporcionar consejo individualizado sobre la práctica deportiva y la prescripción de ejercicio físico en deportistas/pacientes con patología cardiovascular”. Además, como continúa detallando, “ponen especial énfasis en que la evaluación debe ser multidisciplinar, incorporando a otros profesionales del ámbito deportivo para minimizar riesgos; y también dan mucha importancia a que la prescripción de ejercicio versus aptitud deportiva debe ser individualizada y tiene que ser realizada por expertos”.
Básicamente, como sintetiza Araceli Boraita, hay tres principales novedades en estas guías en el ámbito de la cardiología del deporte y el ejercicio en pacientes con ECV:
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No solo están dirigidas al deportista de competición, si no que incluyen el deporte recreacional y la prescripción de ejercicio físico y deporte como salud en pacientes con patología cardiovascular.
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Introducen un apartado inicial dedicado a que el cardiólogo clínico se familiarice con los componentes de la forma física, la metodología de prescripción de ejercicio físico y con los tipos de entrenamiento y clasificación de los deportes.
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Incluye recomendaciones específicas para determinados subgrupos de pacientes (mujer embarazada, envejecimiento, pacientes con insuficiencia renal crónica, lesión de médula ósea, oncológicos, portadores de dispositivos de asistencia ventricular,…), así como el abordaje de la práctica deportiva en ambientes extremos (calor, polución, altitud, submarinismo,…) que no se trataban en las anteriores guías.
Recomendaciones a seguir
En base a estas nuevas orientaciones y directrices, la experta de la AEPSAD efectúa 4 consejos básicos para toda persona que tiene una enfermedad cardiovascular y antes de hacer ejercicio y/o deporte:
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Consulte con su cardiólogo sobre la situación actual de su cardiopatía.
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Si quiere hacer deporte de alta intensidad o competitivo, acuda a una consulta de cardiología deportiva donde le orienten en cuanto a su aptitud deportiva y le aconsejen sobre las actividades más adecuadas de una manera individualizada.
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No se deje llevar por opiniones de internet o de otros deportistas que no conocen su caso.
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Aprenda a reconocer los signos de alarma para no realizar ejercicio por encima de sus posibilidades, asumiendo un riesgo innecesario
¿Influencia de la pandemia de coronavirus?
Al ser recomendaciones tan generales y tan amplias, se pueden aplicar siempre. Sin embargo, como matiza la Dra. Boraita, “si se tiene la sospecha de que se está infectado por el SARS-CoV 2, durante la fase aguda y de convalecencia hay que desaconsejar totalmente el entrenamiento o la realización de ejercicio intenso, porque existe mayor riesgo de que el coronavirus afecte al miocardio y a los vasos arteriales coronarios y cerebrales, y pueden aparecer complicaciones cardiovasculares (algunas, incluso, fatales)”.
Además, mientras dure esta pandemia, se deben extremar las precauciones para asegurar el mantenimiento del distanciamiento social y demás normas de higiene y prevención, “ya que durante la práctica de ejercicio el aumento de la ventilación pulmonar puede favorecer el contagio; por eso, hay que procurar hacer ejercicio en lugares bien ventilados o al aire libre y guardando las normas del confinamiento y aislamiento social”.