El e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular ha dedicado una sesión a repasar los nuevos conocimientos en miocardiopatía dilatada. En ella, el Dr. Jaume Pons Llinares ha repasado cómo cambia el tratamiento médico y de dispositivos de la insuficiencia cardiaca con FEVI deprimida en pacientes con miocardiopatía dilatada no isquémica.
El especialista recuerda que “los pacientes con insuficiencia cardiaca sufren un deterioro progresivo y una tasa de eventos graves a pesar de todo el arsenal terapéutico existente”. El pilar fundamental del tratamiento de estos pacientes incluye los IECA, ARA 2, betabloqueantes, antagonistas mineral corticoides (MRA) y, recientemente, los ARNi, con sacubitrilo/valsartán consolidado como vasodilatador de elección y que ha supuesto un cambio en la práctica clínica.
Por otro lado, la gran novedad del año son los iSGLT2 que, ensayados inicialmente en pacientes diabéticos, demostraron un potencial beneficio en cuanto a eventos cardiovasculares y también renales. “Ese beneficio propició el diseño de diversos ensayos en los que se hipotetiza que estos fármacos, independientemente de la presencia o no de diabetes, pueden tener un beneficio mayor en el grupo de pacientes con dilatación y disfunción ventricular”, señala el Dr. Pons.
Así, el cardiólogo repasa los resultados de los siguientes estudios:
-
DAPHA HF: Incluyó a 4.744 pacientes con FEVI < 40%, un 52% de ellos isquémicos y en tratamiento farmacológico óptimo. “En este estudio se observó una reducción próxima al 26% en el riesgo relativo del endpoint primario y un beneficio precoz del fármaco dapaglifozina”, indica el experto.
-
EMPEROR – Reduced: Incluyó a 3.730 pacientes con FEVI < 40%, 55% isquémicos y también en tratamiento médico óptimo. “La emplaglifozina demostró una disminución de los ingresos, pero no un impacto tan claro en cuanto a mortalidad. Al igual que la daplaglifozina, existe un beneficio precoz desde la toma inicial del fármaco”, dice el Dr. Pons.
-
VICTORIA Study: Este ensayo incluyó a 5.050 pacientes que habían sufrido un ingreso reciente en UCI, una FEVI <45%, el 55% isquémicos y en tratamiento médico óptimo. “Vericiguat disminuyó los reingresos por descompensación por insuficiencia cardiaca, aunque no aportó beneficio en cuanto a mortalidad”, repasa el especialista.
Aunque estos son los fármacos en primera línea, el Dr. Pons aclara que “debemos tener en cuenta también fármacos en segunda línea que pueden mejorar mucho la calidad de vida de nuestros pacientes, como son el hierro parenteral y la infusión intermitente de levosimendan”.
Implante de dispositivos
El cardiólogo también ha repasado algunos dispositivos existentes que pueden aportar beneficios en pacientes con miocardiopatía dilatada no isquémica. Así, sobre el beneficio o no del implante de un DAI, el Dr. Pons subraya que “hay que ir más allá de la FEVI y utilizar diferentes herramientas para predecir cuál es el verdadero riesgo arrítmico”. Entre esas herramientas se encuentran el electrocardiograma, la ecografía, la resonancia y las mutaciones genéticas que se puedan detectar, “que ayudarán a identificar a aquellos pacientes que se van a beneficiar del DAI y, al revés, a aquellos que van a remodelar mejor y en los que el DAI no va a aportar beneficio extra”.
En cuanto al Mitraclip, el Dr. Pons menciona un registro internacional reciente en el que este dispositivo se pudo implantar con éxito a en torno el 90% de los pacientes, con una supervivencia a los 30 días del 100%. “Lo más destacado es, si cabe, que el 24% de los pacientes pudo salir de lista de espera para trasplante después del implante de Mitraclip”, señala el especialista.
Otro dispositivo que se ha empezado a utilizar en España es la modulación de la contractilidad cardiaca en aquellos pacientes que no cumplen criterios para resincronización. “Este dispositivo tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes, su clase funcional y reducir las hospitalizaciones. Hasta agosto había 25 implantes realizados en España”, asegura el Dr. Pons.
El cardiólogo del Hospital Son Espases de Palma de Mallorca concluye que “existen pilares de tratamientos, tanto farmacológicos como de dispositivos, muy importantes para nuestros pacientes”. Sin embargo, asegura, “a pesar de la optimización de estos tratamientos, estudios recientes muestran un exceso de eventos, con porcentajes muy elevados a corto plazo”. Por eso, termina recordando la importancia de conocer todo el arsenal terapéutico y optimizarlo para mejorar la calidad de vida de los pacientes.