La presidenta de la Sección de Cardiología Geriátrica, Dra. Clara Bonanad, invita a Marta Cobo, Lourdes Vicent y Ana Ayesta a comentar su experiencia en el tratamiento de pacientes de edad avanzada, población en la que ha crecido la prevalencia de insuficiencia cardiaca (IC).
Uno de los puntos comentados es la actualización del uso de inotrópicos en el paciente mayor, cuyo papel está muy cuestionado. Según explica Marta Cobo Marcos (Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, Madrid), probablemente la mejor elección sería levosimendán, por su perfil de seguridad y porque la evidencia sugiere que el beneficio clínico podría alargarse en el tiempo: “el uso de levosimendán como terapia intermitente se ha posicionado como una opción de tratamiento para pacientes con IC y fracción de eyección deprimida”. ¿Cuándo utilizar inotrópicos en pacientes mayores? Más que una distinción por la edad, la doctora lo plantearía en pacientes con IC, fracción de eyección deprimida y clase funcional avanzada: “uno de los retos es distinguir cuánta limitación viene dada por el propio envejecimiento o por el proceso cardiológico”. En conclusión, la doctora lo considera un tratamiento que permite mantener la estabilidad clínica durante más tiempo.
Lourdes Vicent Alaminos (Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid), comparte su experiencia en cuanto al manejo del paciente anciano con IC en las unidades de cuidados críticos: “en los últimos años, el perfil de paciente que ingresa en la unidad coronaria va presentando edad más avanzada y más comorbilidad”, y el ingreso puede complicarse por la presencia de síndromes geriátricos, que dificultan la evolución. Así, la doctora repasa las tres fases a contemplar antes del inicio del paciente mayor en la unidad de cuidados críticos cardiológicos, recordando que “hay que ser flexibles en los objetivos planteados, tener una comunicación activa con la familia y antes del alta de la unidad, decidir la ubicación del paciente”, puesto que el éxito del ingreso en la unidad coronaria también va a estar determinado por la rehabilitación y seguimiento posterior en el hospital. Por último, apunta la importancia de la proporcionalidad de los tratamientos, e incluso el inicio de cuidados paliativos.
En el Hospital Universitario Central de Asturias se ha creado una Unidad de Cardiogeriatría multidisciplinar, sobre todo enfocada al manejo de la IC en el paciente mayor, impulsada por la necesidad de estos pacientes de un seguimiento estrecho tras el alta hospitalaria. Ana Ayesta López explica el planteamiento de la unidad, los criterios de derivación a esta, cómo optimizar el tratamiento médico y el posterior seguimiento junto con atención primaria o de ser necesario, la valoración funcional del paciente para tomar otras medidas. “Estamos en la fase de derivación, pendientes de hacer una formación de la enfermería en IC para que pueda colaborar en la titulación de fármacos y en la educación de hábitos para mejorar la calidad de vida”, comenta la doctora, quien lamenta que la situación actual en Asturias debido a la pandemia dificulte la implementación.