La doctora Clara Bonanad invita a los doctores Pablo García Pavía y Sergio García Blas a comentar los pasos a seguir en la detección de amiloidosis en el paciente mayor con insuficiencia cardiaca, y la posibilidad de combinar el tratamiento con TAVI.
El Dr. Pablo García Pavía (Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, Madrid) comenta cuándo sospechar y cómo diagnosticar a estos pacientes: hay indicios de amiloidosis si en una prueba de imagen se presenta hipertrofia ventricular izquierda de más de 12 mm y algo más, como IC en un paciente mayor de 65 años, una estenosis aórtica severa en alguien mayor de 75 años, otros hallazgos clínicos o el signo clásico de bajos voltajes en un electrocardiograma. El doctor va más allá y señala “cualquier discordancia en el electrocardiograma con respecto a lo que hemos visto en la ecografía como señal de alarma para sospechar esta patología”.
Para confirmar el diagnóstico, el especialista recomienda realizar gammagrafía ósea con radiotrazadores y un estudio de cadenas ligeras. Los resultados de ambas pruebas darán lugar a cuatro escenarios clínicos posibles, desde el resultado negativo al diagnóstico de amiloidosis AL, TTR o ambas enfermedades a la vez.
El doctor Sergio García Blas (Hospital Clínico Universitario de Valencia) considera la amiloidosis una causa de futilidad para el TAVI (implante percutáneo de válvula aórtica) en enfermos con estenosis aórtica grave, aunque no significa que deba descartarse en todos los casos. La falta de evidencia en la actualidad y el solapamiento de manifestaciones clínicas de ambas entidades dificulta el diagnóstico y la valoración de beneficio. Sin embargo, dos series observacionales muy recientes indican, aunque con limitaciones, que el éxito del implante en pacientes con una estenosis aórtica grave confirmada y amiloidosis reside en una selección adecuada de los enfermos. “Los datos que tenemos, aunque limitados, nos hacen pensar que se pueden beneficiar del TAVI de la misma manera que los pacientes sin amiloidosis”.