¿De qué se trata?
En este estudio se evalúa el pronóstico a largo plazo del daño miocárdico producido durante el intervencionismo coronario percutáneo (ICP). Según el valor de la troponina y CK-MB, los autores clasifican a los pacientes en tres grupos: ausencia de daño miocárdico (troponina y CK-MB normal), daño miocárdico mínimo (elevación del valor de troponina con CK-MB normal) y mionecrosis (elevación de troponina I y CK-MB).
Rev Esp Cardiol. 2009;62(6):625-32
Después de un seguimiento de 45 ± 14 meses, 151 (19,1%) sufrieron eventos cardiacos. Los pacientes que presentaron mionecrosis tuvieron un significativo incremento de la mortalidad durante el seguimiento (13%) respecto a los otros dos grupos (el 4,8 y el 3,9%; log rank test, 6,83; p = 0,032). Los autores concluyen que el daño miocárdico mínimo durante el intervencionismo no influye en el pronóstico a largo plazo, mientras que la mionecrosis se asocia a un incremento de mortalidad y recomiendan la necesidad de determinar la CK-MB, tras la ICP debido a su implicación pronóstica, y diseñar estrategias que disminuyan la mionecrosis.
Comentarios
Este estudio llama la atención sobre un aspecto importante de la definición de IAM. Aunque la elevación de troponina x3 el límite superior del laboratorio define la presencia de IAM, lo cierto es que el pronóstico de los sujetos que no llegan a elevar la CK-MB no es peor que el de los sujetos con troponina normal. Este aspecto tiene importancia a la hora de diseñar los objetivos primarios de los ensayos clínicos, ya que un IAM periprocedimiento sin elevación de CK-MB difícilmente puede considerarse un endpoint duro, dada la ausencia de significación pronóstica. Por otro lado, los autores abogan por la determinación sistemática de CK-MB en todos los pacientes tras ICP. Aunque los datos de este estudio pueden apuntar en esa dirección, una alternativa que no sería irrazonable intentar determinar, con estos mismos datos o con nuevos datos, sería cual es el punto de corte de troponina a partir del cual el pronóstico empeora, de forma que la evaluación del paciente periprocedimiento pudiera hacerse con una única determinación enzimática.
Referencia
- Joan A. Gómez-Hospital, Ángel Cequier, José Valero, José González-Costello, Pilar Maña, Emili Iràculis, Luis M. Teruel-Gila, Jaume Maristany, Marcos Pascual, Francesc Jara y Enrique Esplugas.
- Rev Esp Cardiol. 2009;62(6):625-32