¿De qué se trata?
El consumo de ácidos grasos omega 3 derivados del pescado se ha asociado a una reducción en la frecuencia de aparición de insuficiencia cardiaca en pacientes ancianos americanos. Sin embargo, esta tendencia no se ha confirmado en poblaciones de otras edades o lugares.
European Heart J 2009;30:1495-1500
El estudio actual trata de relacionar el consumo de pescado con la incidencia de insuficiencia cardiaca. Para ello siguieron de forma prospectiva a 39.367 varones suecos de edad media y avanzada (45-79 años) durante 7 años. Los pacientes con insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica o diabetes no se incluyeron en el análisis. La dieta se midió mediante cuestionarios específicos y la incidencia de insuficiencia cardiaca se determinó por los informes hospitalarios o certificados de muerte. Los autores encontraron que el consumo de pescado reducía de forma no significativa la incidencia de insuficiencia cardiaca (Comparación frente a no consumo: consumo 1 vez por semana: HR 0,88 [0,68-1,13]; 2 veces/semana: HR 0,99 [0,73-1,33] y >=3 HR 0,97 [0,61-1,55].) También se realizó un cálculo de la cantidad de ácido omega 3 consumido (proveniente del pescado o de suplementos) y se estimó la incidencia de insuficiencia cardiaca en función de los quintiles de consumo, obteniéndose resultados similares.
Comentarios
En diversos estudios clínicos se ha observado que el consumo de pescado, especialmente del pescado graso con elevado contenido en ácidos omega 3, reduce la tasa de enfermedades cardiovasculares (incluyendo la muerte súbita) por medio de diversos mecanismos. En un estudio llevado a cabo en pacientes ancianos se observó incluso una reducción en la frecuencia de insuficiencia cardiaca. En este estudio los autores no encuentran una relación estadísticamente significativa entre el consumo de pescado y la aparición de insuficiencia cardiaca. Los resultados, aunque estadísticamente no significativos, muestran una curva en forma de U, siendo los sujetos de menor riesgo de desarrollo de insuficiencia cardiaca aquéllos con un consumo de pescado de una vez por semana. A pesar de lo inesperado de estos resultados, con la evidencia previa parece razonable pensar que el consumo moderado de pescado y ácidos grasos omega 3 resulta beneficioso, no sólo para reducir la incidencia de insuficiencia cardiaca sino el riesgo cardiovascular global.
Referencia
- Emily B. Levitan, Alicja Wolk and Murray A. Mittleman.
- European Heart J 2009;30:1495-1500