¿De qué se trata?
La muerte súbita cardiaca es un serio problema de salud, cuya frecuencia en Estados Unidos es de 250.000 a 300.000 fallecimientos al año. Además, se trata de la tercera causa de mortalidad tras el cancer y la enfermedad cardiovascular. Las únicas intervenciones que han demostrado mejorar el pronóstico son la reanimación cardiopulmonar inmediata y eficaz, así como la desfibrilación precoz. Por todo ello, la llamada 'cadena de supervivencia' depende de las personas que atienden la parada cardiaca en los primeros momentos y de la llegada a tiempo de los servicios médicos.
Circulation. 2009;120:518-525 - Circulation. 2009;120:510-517
Ante el trasfondo común de ambos artículos publicados en Circulation, la pregunta que nos hacemos es: ¿en qué lugares hay que colocar desfibriladores automáticos para que sean efectivos?
Comentarios
Por su demostrada alta incidencia de parada cardiaca, existen ciertas localizaciones estratégicas en las que se deben colocar desfibriladores: aeropuertos, grandes centros comerciales, cárceles, instalaciones deportivas, gimnasios… También son susceptibles de beneficiarse de la instalación de un desfibrilador todos los lugares en los que se registre al menos una parada cardiaca cada 5 años, los que tengan alta concentración de personas de alto riesgo y aquéllos en los que sea complicado el acceso de un equipo médico en menos de 5 minutos. Adicionalmente, la AHA recomienda que exista un programa estructurado y claro que aborde como responder ante las situaciones de parada cardiaca, con controles de calidad frecuentes y personal entrenado en resucitación cardiopulmonar y desfibrilación. En relación a este punto, el artículo de Folke muestra que el mero hecho de que esté disponible un desfibrilador no garantiza la supervivencia. En este estudio, la localización de los desfibriladores de lugares públicos en Copenhague no corresponde con las áreas de mayor incidencia de parada cardiaca. Sin embargo, los resultados del artículo de Drezner, llevado a cabo en colegios americanos, resultan impresionantes porque demuestran que un programa de desfibrilación en lugares públicos es altamente efectivo y salva vidas. Un 94% de las paradas cardiacas recibió medidas de reanimación cardiopulmonar y se utilizó el desfibrilador en el 83% de los casos, lo que indica que los planes de emergencia se activaron con rapidez. La limitación más importante de este artículo es que de los 18.974 colegios americanos invitados a completar la encuesta, únicamente 2.084 respondieron a la misma. Lamentablemente, este bajo porcentaje (11%) hace muy probable la existencia de un sesgo de selección importante.
Estos dos artículos muestran la cara y la cruz de los resultados del implante de desfibriladores en lugares públicos. Ante esta situación, sólo nos queda seguir trabajando para disminuir el inaceptable porcentaje fallecimientos de la muerte súbita cardiaca en nuestro medio.
Referencias
- Drezner JA, Rao AL, Heistand J, Bloomingdale MK, Harmon KG.
- Circulation. 2009;120:518-525
- Folke F, Lippert FK, Nielsen SL, Gislason GH, Hansen ML, Schramm TK, Sørensen R, Fosbøl EL, Andersen SS, Rasmussen S, Køber L, Torp-Pedersen C.
- Circulation. 2009;120:510-517