¿De qué se trata?
Los autores de este estudio intentan relacionar el riesgo de enfermedad coronaria con el trastorno de pánico. Seleccionarion 57.615 sujetos diagnosticados de trastorno de pánico y una muestra aleatoria de 347.039 controles no expuestos, estratificados por sexo y edad de una base de datos de medicina general, y evaluaron la incidencia de enfermedad coronaria, infarto de miocardio y mortalidad.
European Heart Journal 2008 29(24):2981-2988
Con un modelo ajustado mostraron que los trastornos de pánico de reciente aparición se asocian con un riesgo significativamente más alto de infarto de miocardio en sujetos por debajo de los 50 años (RR 1,38, 95% CI 1,06–1,79), particularmente en mujeres, y de enfermedad coronaria en general para todas las edades. A pesar de ello, el trastorno de pánico se asocia con una ligera reducción de la mortalidad de la enfermedad coronaria para todas las edades. Los autores concluyen que los trastornos de pánico de reciente aparición se asocian a mayor riesgo de infarto de miocardio, pero reducen ligeramente la mortalidad relacionada con la enfermedad coronaria. Quizá esto último sea debido a un diagnóstico equivocado de enfermedad coronaria como ataque de pánico o a una mayor incidencia de enfermedad coronaria en pacientes de menos edad debida al trastorno de pánico, dado que en jóvenes la enfermedad coronaria tiene menor letalidad.
Comentarios
Existe un número considerable de publicaciones que relacionan la depresión con la enfermedad coronaria. Quizá lo más interesante de este interesante trabajo reside en buscar la relación entre enfermedad coronaria y otros trastornos psiquiátricos distintos de la depresión. Los síntomas de los ataques de pánico pueden simular los de un síndrome coronario agudo. Por otro lado, los ataques de pánico, que tienen una prevalencia alrededor del 1,8% en la población general y de un 5,6-9,2% en atención primaria, alcanzan cifras tan altas como un 10-53% en pacientes con enfermedad coronaria documentada. La relación temporal entre pánico y síndromes coronarios está poco estudiada. Los clínicos debemos ser cautelosos para evitar errores al excluir la enfermedad coronaria en el diagnóstico de trastornos de pánico. Más aún porque ambas patologías pueden coincidir: el aumento de la aterogénesiss producida por estímulo simpático en pacientes con pánico explicaría el aumento de incidencia de patología coronaria en jóvenes. Merece la pena profundizar en este interesante artículo que arroja algo de luz sobre las complejas relaciones entre los trastornos psiquiátricos y la enfermedad coronaria.
Referencia
- Kate Walters, Greta Rait, Irene Petersen, Rachael Williams, Irwin Nazareth.
- European Heart Journal 2008 29(24):2981-2988