¿De qué se trata?
Los autores del estudio analizan la forma de revascularizar y el pronóstico de pacientes con síndromes coronarios agudos y lesión severa de tronco coronario izquierdo no protegido.
European Heart Journal (2009) 30, 2308-2317
De los 43.018 pacientes incluidos en el registro GRACE (Global Registry of Acute Coronary Events), 1.799 tenían enfermedad de tronco coronario izquierdo no protegido. De este subgrupo, a 514 se les realizó angioplastia coronaria al tronco, a 612 se les realizó cirugía de revascularización coronaria y a 673 no se les revascularizó. La mortalidad intrahospitalaria fue del 7,7%, y a los 6 meses del 14%. Los pacientes a los que se les realizó revascularización percutánea padecían con mayor frecuencia shock cardiogénico, parada cardiaca o elevación del segmento ST. Al 48% de los pacientes a los que se les realizó angioplastia, ésta se llevó a cabo en las primeras 24 horas, comparado con el 5,1% de los pacientes en el grupo de cirugía. Tras ajuste en el análisis multivariante, la revascularización se asoció con una tendencia a la mortalidad precoz, estadísticamente significativa en el grupo de angioplastia y no significativa en el grupo de cirugía. A los seis meses, tanto la revascularización percutánea como quirúrgica fueron variables asociadas a un aumento de la supervivencia comparado con la estrategia inicial de no revascularizar.
Comentarios
De este estudio podemos destacar lo siguiente:
- En pacientes con síndromes coronarios agudos, la prevalencia de la enfermedad de tronco coronario izquierdo no protegido en este registro es del 4%. Esta cifra puede estar infraestimada, ya que no tiene en cuenta aquellos pacientes que fallecen precozmente. Por otra parte, en el registro GRACE se realizó coronariografía al 62% de los pacientes.
- La enfermedad de tronco coronario izquierdo no protegido tiene una alta mortalidad, especialmente en pacientes con inestabilidad hemodinámica o eléctrica y aquéllos con elevación del segmento ST.
- En pacientes de alto riesgo, la revascularización percutánea es el método empleado con mayor frecuencia y se asocia a una necesidad de nueva revascularización superior a los seis meses, comparado con la cirugía.
- La revascularización quirúrgica se aplica con mayor frecuencia a pacientes de menor riesgo y habitualmente de forma diferida, con resultados buenos a los seis meses y con una tasa de accidente cerebrovascular superior comparado con la angioplastia.
- Comparado con la estrategia conservadora, ambos tipos de revascularización se asociaron a un mejor pronóstico a los seis meses.
Referencia
Unprotected left main revascularization in patients with acute coronary syndromes
- Gilles Montalescot, David Brieger, Kim A. Eagle, Frederick A. Anderson Jr, Gordon FitzGerald, Michael S. Lee, Gabriel Steg, Alvaro Avezum, Shaun G. Goodman, Joel M. Gore.
- European Heart Journal (2009) 30, 2308-2317