¿De qué se trata?
En este estudio se evaluó el impacto de una guardia de 24 horas (como ejemplo de situación en la que se produce alteración del patrón nocturno) en comparación con una jornada normal de 8 horas de trabajo (con un patrón de actividad nocturno normal) sobre diferentes factores asociados con el riesgo cardiovascular en un grupo de 30 médicos sanos con una edad media de 33 años.
Eur Heart J. 2009 Nov;30(21):2606-13
El estudio se hizo con un diseño de cross over, es decir, los datos obtenidos para cada sujeto en un día normal sirvieron como control para los datos extraídos en un día de guardia. Los autores comprobaron que durante el periodo de alteración del patrón nocturno los sujetos registraban un mayor número de extrasístoles en las primeras horas de la mañana, una presión diastólica más alta -tanto en el promedio diario como en el periodo nocturno-, y una presión sistólica más alta durante la fase de sueño. Además, los niveles de TNF alfa y la excreción urinaria de noradrenalina fueron también mayores en los sujetos durante su periodo con actividad nocturna alterada.
Comentarios
Los autores emplean un modelo familiar de alteración del ritmo de actividad nocturno, demostrando que existen alteraciones tanto de los marcadores de actividad del sistema simpático con consecuencias en el ritmo cardiaco y en la tensión arterial. Estos resultados están en la línea de otros estudios que han relacionado el trabajo nocturno o irregular con un aumento del riesgo cardiovascular. Sin embargo, su impacto real sobre el riesgo cardiovascular total aún no está bien aclarado.
Referencia
- M. Rauchenzauner, F. Ernst, F. Hintringer, H. Ulmer, C.F. Ebenbichler, M.T. Kasseroler, M. Joannidis.
- Eur Heart J. 2009 Nov;30(21):2606-13