¿De qué se trata?
Este estudio es un nuevo ensayo sobre la capacidad para prevenir el fracaso renal agudo tras la realización de una coronariografía con la administración de N-acetilcisteína en pacientes renales de alto riesgo.
Rev Esp Cardiol.2010; 63(01) :12-9
Se estudió a un grupo de 81 pacientes con insuficiencia renal crónica (definida como creatinina plasmática superior a 1,4 mg/dl), a los que se les administró de modo ciego N-acetilcisteína intravenosa (600 mg/12 horas, cuatro dosis, empezando en las 24 horas previas) o placebo en la preparación previa a la coronariografía. En ambos grupos se puso cuidado en una hidratación adecuada (salino hipotónico 1 ml/kg/h i.v desde seis horas antes hasta 12 después de la administración del contraste). Se analizó tanto la aparición de nefropatía por contraste (definida como aumento brusco de la creatinina superior a 0,5 mg/dl o del 25% del valor basal a las 48 horas del cateterismo), como la necesidad de diálisis y la mortalidad durante el ingreso y al año de seguimiento.
Los pacientes que recibieron N-acetilcisteína tuvieron una menor incidencia de nefropatía por contraste (dos pacientes, 5,1%) que los pacientes que recibieron placebo (10 pacientes, 23%; OR 0,17 p=0,027). Uno de los pacientes del grupo de placebo necesitó diálisis. En el análisis multivariante, la N-acetilcisteína resultó ser un factor protector independiente de la variable compuesta por aparición de nefropatía por contraste, necesidad de diálisis y muerte durante el ingreso en la Unidad Coronaria (OR 0,20 p=0,04). No hubo diferencias en la mortalidad durante el ingreso o al año de seguimiento entre ambos grupos.
Comentarios
El fracaso renal agudo es una de las complicaciones más frecuentes (y temidas) que pueden aparecer en pacientes a los que se le ha realizado una coronariografía. Aunque habitualmente es transitorio, puede ser causa de un daño renal permanente que lleve a la diálisis crónica, motivo que explica el indudable interés en el desarrollo de medidas de prevención. Existe un consenso claro en que la hidratación adecuada y el empleo de medios de contraste hipo o isosmolares son medidas eficaces. Sin embargo, otras medidas como el empleo de diuréticos, bicarbonato o vasodilatadores, o la propia N-acetilcisteína, se han asociado a resultados contradictorios.
Aunque el número de pacientes incluidos en el estudio es relativamente pequeño, los autores hicieron una selección y seguimiento riguroso. Los datos obtenidos muestran un riesgo de desarrollar nefropatía por contraste claramente menor en el grupo de pacientes tratados con N-acetilcisteína. Sin embargo, no está claro que la medición de la creatinina plasmática sea la mejor forma de evaluar la función renal en estos pacientes. Tampoco existe una evidencia de que la prevención del aumento de las cifras de creatinina se asocie a un beneficio clínico más tangible, como una reducción de la mortalidad, la necesidad de diálisis o la morbimortalidad durante el ingreso. En el editorial que acompaña al artículo, se remarca que el excelente perfil de seguridad de la N-acetilcisteína puede ser un buen argumento a favor para su administración en estos pacientes. Sin embargo, debe evitarse que la administración de N-acetilcisteína cree una falsa sensación de seguridad que haga olvidar otras medidas básicas como una buena hidratación y la administración de la cantidad de contraste más baja posible.
Referencia
- N. Carbonell R. Sanjuán, M. Blasco, A. Jordá, A. Miguel.
- Rev Esp Cardiol.2010; 63(01) :12-9