Una edad por encima de 90 años supone en muchos centros una contraindicación absoluta para cirugía cardiaca. El presente estudio analiza los resultados en una serie de 127 pacientes de este tipo, coronarios y valvulares, intervenidos en ocho hospitales italianos entre 1998 y 2008.
Actualmente, el empleo de cirugía cardiaca en pacientes octogenarios supone una herramienta terapéutica plenamente instaurada en la mayor parte de los centros. No obstante, el envejecimiento progresivo de la población, acompañado de una mayor esperanza de vida, hace que el porcentaje de personas por encima de los 90 años vaya aumentando progresivamente. Esto supone un problema por la fragilidad y el alto porcentaje de enfermedades cardiovasculares que dichos pacientes acumulan.
Con la finalidad de revisar los resultados en pacientes nonagenarios intervenidos de cirugía cardiaca, el presente artículo analiza la experiencia de 8 hospitales, con 127 pacientes mayores de 90 años, (1,2% de su actividad quirúrgica total), seguidos 3,6 años de media. Para ello seleccionan cuidadosamente los casos empleando el índice DASI (Duke Activity Status Index ), que es un puntaje validado para cirugía cardiaca. Consideraron como contraindicación absoluta un DASI menor o igual a 10 y relativa entre 10 y 15.
La cirugía fue coronaria (49), valvular (60) o ambas (18). Calculando el Euroscore logístico medio fue de 21,3±6,1 (alto riesgo). 45 (35,4%) pacientes fueron operados de manera urgente y la mortalidad operatoria fue del 13,4 (17 enfermos). 54 (42,5%) presentaron un postoperatorio complicado. No encontraron diferencias estadísticamente significativas en base al tipo de cirugía realizado. El tiempo medio de hospitalización fue de 29 días. Tras el análisis de los datos, los autores indican que la cirugía no electiva predijo un postoperatorio complicado así como una mayor mortalidad operatoria. Otro predictor de mortalidad operatoria fue la existencia de un infarto de miocardio previo.
La mortalidad a cinco años entre aquellos que superaron la intervención fue del 41%; con un tasa de total mortalidad del 48% a los 5 años, teniendo en cuenta los 127 pacientes incluidos inicialmente en el estudio. Las causas de fallecimiento durante el seguimiento fueron cardiacas en un 66% de los casos. Las tasas de supervivencia (estimadas por Kaplan–Meier) a los 5 años fueron similares en los tres grupos quirúrgicos.
En conclusión, los autores afirman que, aunque la tasa de complicaciones postoperatorias en nonagenarios, continúa siendo alta, la cirugía cardiaca puede conseguir una mejoría funcional importante en este tipo de enfermos. Eso sí, aconsejan realizar una selección de los pacientes muy cuidadosa, junto a una cirugía temprana y electiva.
Comentario
Nos encontramos con el análisis de una serie de casos multicéntrica que puede darnos una idea de qué esperar a la hora de intervenir pacientes muy añosos, con los riesgos inherentes a su morbilidad.A pesar de ello, se puede observar la mortalidad real es menor que la estimada por el Euroscore, que aunque es un excelente puntaje quirúrgico, validado por múltiples estudios en Occidente, muestra una clara predisposición a sobreestimar la mortalidad quirúrgica en pacientes de muy alto riesgo. Hay que reseñar también otros puntos, principalmente el hecho que se trata de un estudio retrospectivo, con pocos casos de cada centro, con tratamientos y patologías muy heterogéneas y sin grupo de control. Es destacable también el hecho natural de que la mortalidad perioperatoria precoz parece mayor en el grupo de cirugía combinada (curva de Kaplan Meier, aunque luego, como los autores señalan se iguala y no hay diferencias entre estratos).
No obstante, con todas las limitaciones que queramos encontrar al estudio, supone un apoyo a la hora de considerar, al menos, la cirugía cardiaca en pacientes nonagenarios seleccionados, que presenten una indicación clara, sin desestimarlos meramente por su edad avanzada. El peso de este estudio y otros similares, en las futuras guías de práctica clínica todavía queda por dilucidar.
Referencia
- Speziale G, Nasso G, Barattoni MC, Bonifazi R, Esposito G, Coppola R, Popoff G, Lamarra M, Scorcin M, Greco E, Argano V, Zussa C, Cristell D, Bartolomucci F, y Tavazzi L.
- Circulation. 2010;121:208-213.