En este estudio se hizo una comparación formal de la eficacia de la reanimación cardiopulmonar básica realizada sólo con masaje cardiaco frente a la reanimación convencional con masaje cardiaco y ventilación boca a boca.
N Engl J Med 2010; 363:423-433
Este estudio es un gran trabajo multicéntrico en el que se incluyeron 1.941 pacientes mayores de 18 años de edad que sufrieron una parada cardiaca fuera del hospital, y que fueron distribuidos aleatoriamente a ser reclamados con masaje cardiaco con o sin ventilación asociada.
No se apreciaron diferencias significativas entre ambos grupos en la proporción de pacientes que sobrevivieron hasta el alta hospitalaria (12,5% en pacientes manejados sólo con masaje cardiaco frente a 11,0% p=0,31) en pacientes que recibieron masaje y ventilación) o en la proporción de pacientes que sobrevivieron con un mol resultado neurológico (en dos centros en los que se hizo este análisis secundario 14,4% frente a 11,5%), p=0,13). En el análisis por subgrupos de los resultados se apreció una tendencia a una mayor proporción de pacientes que sobrevivieron hasta el alta hospitalaria en pacientes manejados sólo con masaje cardiaco entre los pacientes con una causa cardiaca de parada cardiorrespiratoria (15,5% frente 12,3% p=0,09) y en aquellos pacientes con ritmo desfibrilable.
Comentarios
No es necesario en un blog dirigido a cardiólogos explicar la inmensa importancia de la atención inmediata a los pacientes que sufren una parada cardiaca. Se ha dedicado mucho esfuerzo y atención a crear unos protocolos de reanimación cardiopulmonar básica que pudieran ser fácilmente enseñados y realizados en práctica en la población general; sin embargo, en la práctica real muchos pacientes con parada cardiaca no reciben una reanimación básica. En los últimos años, la idea de que la reanimación cardiopulmonar podría ser igual de efectiva realizando sólo masaje cardiaco ha ido ganando fuerza en la literatura. La hipótesis en la que se basa es que teniendo que repartir el tiempo entre compresiones y ventilaciones durante la reanimación, el número de compresiones efectivas por minuto que se aplica en realidad es demasiado bajo, lo que reduce la perfusión coronaria y cerebral y convierte el masaje cardiaco en inefectivo.
En este mismo número de New England Journal of Medicine se publican dos artículos que comparan la relación cardiopulmonar básica con o sin ventilación boca a boca asociada. Del primero, ya hemos visto los datos. En un segundo estudio, se incluyeron 1.276 pacientes, que también fueron distribuidos de forma aleatoria a reanimación cardiopulmonar sólo con masaje cardiaco o reanimación con masaje y ventilación. El porcentaje de pacientes que estaban vivos a los 30 días fue similar en ambos grupos (8,7% en el grupo de pacientes que recibieron sólo masaje cardiaco frente a 7% en los que recibieron masaje y ventilación).
Los dos artículos coinciden en los dos resultados principales. Primero, la tasa de supervivencia de los pacientes sigue siendo muy baja. Segundo, no existe una diferencia significativa en lo que les ocurre a los pacientes si se realiza ventilación boca a boca o no durante la reanimación cardiopulmonar básica.
Seguramente estos dos artículos necesiten un buen tiempo para ser analizados y comprendidos en profundidad; lo que está claro es que probablemente las recomendaciones de reanimación cardiopulmonar básica en el futuro prioricen de forma clara el masaje frente a la ventilación. Un protocolo de animación cardiopulmonar básico basado en hacer sólo masaje cardiaco sería claramente más sencillo de enseñar y más sencillo de realizar; además podría ser aplicado por un mayor porcentaje de la población, ya que hay un número no despreciable de personas que no están dispuestas a practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar básica a un desconocido debido al asco o repugnancia asociados la realización de ventilación boca a boca, pero que sí estarían dispuestas a realizar masaje cardiaco.
Referencia
CPR with Chest Compression Alone or with Rescue Breathing
- Rea T, Fahrenbruch C, Culley L, Donohoe R, Hambly C, Innes J, Bloomingdale M, Subido C, Romines S, Eisenberg M.
- N Engl J Med 2010; 363:423-433