La miocardiopatía hipertrófica es una de las patología hereditarias cardiacas más frecuentes, con una prevalencia de alrededor del 0,2%. Los síntomas muchas veces derivan de la obstrucción que se presenta a nivel del tracto de salida del ventrículo izquierdo, algo que ocurre más o menos en el 30% de los pacientes.
La terapéutica oscila desde el abordaje farmacológico hasta la resección quirúrgica, pasando por el implante de un marcapasos o bien la ablación septal con alcohol. No obstante, cuando existen síntomas y el paciente no tiene obstrucción en el tracto de salida, las opciones suelen ser menos exitosas.
Dentro de la fisiopatología de la enfermedad y probablemente debido a las diversas mutaciones se han descrito una pléyade de alteraciones metabólicas en estos enfermos, con una utilización excesiva de energía por el sarcómero, entre otras disfunciones.
Con la idea de valorar si un fármaco capaz de aumentar la eficiencia metabólica, como hace la perhexilina (principalmente del metabolismo glucídico), pudiera incrementar la capacidad funcional así como la función diastólica, los investigadores, pertenecientes a varios centros británicos, incluyen 46 enfermos (edad media 55±0,26) con limitación en su capacidad de ejercicio (pico O2 <75% del predicho) con miocardiopatía hipertrófica no obstructiva.
Así, los aleatorizan a recibir 100 mg de perhexilina (24) o placebo (22 pacientes) y estudian varias facetas metabólicas y clínicas, mediante diversas pruebas, como resonancia magnética (analizando el ATP, con espectroscopia), ventriculografía isotópica (llenado ventricular en reposo y ejercicio), consumo de O2 pico, síntomas, calidad de vida y varios marcadores séricos (basales y tras un seguimiento de 4,6 meses).
De esta manera observan, en resumen, que perhexilina mejora los niveles de ATP (1,27±0,02 a 1,73±0,02 vs. 1,29±0,01 a 1,23±0,01; P=0,003) y la función diastólica de os enfermos que la recibieron (P=0,03). Estos cambios además se tradujeron en una mejoría en el consumo de O2 (pico O, de 22,2±0.2 a 24,3±0,2 vs. 23,6±0.3 a 22,3±0,2 mL · kg–1 · min–1; P=0,003) y en la clase funcional medida con la gradación de la NYHA (New York Heart Association) (mejorando el 60% vs. 30%, P<0,001).
Finalmente, los autores concluyen que la miocardiopatía hipertrófica es, al menos, en parte, una enfermedad donde existe un déficit energético, así como que un modulador metabólico encaminado a resolver esta carencia, produce una mejoría subjetiva y objetiva. Sugieren que perhexilina podría tener un impacto substancial en una población con alternativas terapéuticas muy limitadas.
Comentario
Se trata de un estudio con algunas limitaciones (la principal es la muestra tan pequeña), pero que aporta una información relevante, como esgrimen los propios autores, respecto a las posibilidades terapéuticas reales para un grupo de pacientes que ocasionalmente son verdaderamente difíciles de tratar en la práctica clínica diaria. Hay que resaltar además que los pacientes recibieron el tratamiento habitual, ej betabloqueantes, lo que es tenido en cuenta a la hora de llevar a cabo el trabajo estadístico. Destaca también un apartado de discusión bastante bien esbozado y minucioso, enfocado de una manera más detenida en los entresijos metabólicos involucrados.
Aunque un estudio tan pequeño obviamente va a necesitar confirmación con ensayos mayores, se puede decir que supone un inicio esperanzador.
Referencia
- Abozguia K, Elliott P, McKenna W, Phan TT, Nallur-Shivu G, Ahmed I, Maher AR, Kaur K, Taylor J, Henning A, Ashrafian H, Watkins H, Frenneaux M.
- Circulation. 2010;122:1562-1569.